Capítulo 36. De Alfa a Alfa. Parte 1.

81 16 2
                                    

Narrador.

Casa de la manada, habitación de Ailshe, Condado de Wicklow, Irlanda del Sur, hoy.

Ailshe mientras se sumergía en la bañera, no podía sentirse más culpable, por lo que le había hecho pasar a su adorado Walter, y a su valiente Haster, hasta Clarise se sentía culpable y se lo hizo saber.

- "Creo que hemos sido injustas, Ailshe, casi no me muero cuando oí aullara a Haster. Y quería pararlo todo, para protegerlo. Tras nuestra promesa, ellos tuvieron que oírnos gemir de dolor, caer, herirnos, decenas de veces, ¿sabes lo que ha tenido que ser para ellos, eso?"- le dijo Clarise, enfadada, tanto con ella misma, como con su parte humana.

No hacía falta que se lo dijera, ahora mismo Ailshe quería golpearse hasta hacerse sangrar por haberle hecho eso al hombre que amaba, ella sabía que la culpa era de su maldita sed de venganza, su parte Alfa le exigía volverse aún más fuerte, y su odio por la maldita B era infinito, le daba igual que ella también estuviera sometida a la maldición.

Pero nada justificaba que ella hiciera sufrí a quien amaba, nada, ella no era Brenda, que disfrutaba con el dolor de otros, tenía que disculparse con su mate, y los antes posible.

Salió de la bañera, y se secó con rapidez, se secó como pudo, y se vistió aún más rápido, y aún con el pelo húmedo corrió hacía la puerta de la habitación, nada más abrir una hondonada de olor excitante y ardiente, la golpeo, dejando excitada y rugiendo de deseo en la puerta.

Frente a ella, un atractivo Walter, recién duchado, y completamente masculino discutía con furia con otro lobo, un delta.

- "Te he dicho que me dejes pasar idiota, tengo que hablar con ella."- decía Walter.

- "Ni de coña, no puedes, y lo sabes."- le decía el Delta que se interponía delante.

Pero pronto la sintió, sus ojos azules, oscurecieron de deseo mientras la buscaban, había sentido el olor de excitación y deseo sexual de su mate, y su instinto reaccionó.

- "Controlante idiota, sabes las ordenes que te dio el Alfa."- le dijo el Delta en alto.

Pero ellos sólo estaban conectados por el olor, y esa mirada de deseo, si algo no ocurría pronto, todo estallaría en segundos. Un gruñido se oyó al final del pasillo, un gruñido poderoso, que hasta a Ailshe le hizo agachar la cabeza con temor.

- "¿Walter algún problema con mis órdenes?"- dijo la voz profunda y peligrosa del Rey Alfa.

- "No...no, señor"- dijo Walter con la cabeza baja mientras mostraba su cuello.

- "Maldito beta incordió, baja al comedor, tu mate se reunirá contigo en breve, y recuerda no me gusta repetirme, ¿lo has entendido, Beta Walter?"- le dijo el Alfa Desmond, este último asintió.

Tanto Walter, como el Delta Brandon avanzaron por el pasillo para bajar las escaleras, obedeciendo las ordenes, aunque antes de bajar, Walter no puedo evitar mirar atrás para mirar su mate, un gruñido bajo de su Alfa le hizo lanzarse, prácticamente, escaleras abajo.

- "Creo que debemos hablar, Alfa Ailshe, de Alfa a Alfa."- le dijo el Rey oscuro, y la loba lo miró, era la primera vez que la trataban como una Alfa, y algo le decía que debía estar a la altura.

Ailshe asintió, y el Alfa Desmond comenzó a caminar hacia una lateral del pasillo, donde había una puerta que daba a la terraza superior de la casa de la manada, que la rodeaba por entera, ella lo siguió.

- "¿Qué es lo que es para ti ser el Alfa de una manada, Alfa Ailshe?"- le preguntó el Rey oscuro tras sentarse en uno de los sillones acolchados y de diseños que había en la terraza bajo una pérgola llena de enredaderas que le daban sombra, y con un gesto, el Rey le indicó a la Alfa que se sentara frente a él.

- "Yo...no entiendo la pregunta ¿A qué se refiere, Rey Desmond?."- le preguntó nerviosa la Alfa.

- "Es fácil, si fueras la Alfa de tu manada, River Lake, ¿Cómo pretendes ser?, ¿Cuál es tu labor? ¿Cuál es tu deber?"- le volvió a preguntar el Alfa Desmond.  

Las Mates Malditas de los Gemelos Beta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora