Narrador.
Casa de la manada, Condado de Wicklow, Irlanda del Sur, hoy.
Durante unos segundos la Alfa se quedó callada, pensando en la pregunta para finalmente decir.
- "Todo, mi deber es ser todo, mi vida está ligada a la de mi manada, protegerlos, cuidarlos, darles seguridad, guiarlos ... en definitiva todo."- dijo la Alfa mirando al Rey oscuro a los ojos con seguridad.
-"Bien me alegro de que lo tengas claro, como alfa tendrás que hacer muchos sacrificios por los tuyos, y tomara decisiones dolorosas para los miembros que amaras como parte de ti, y todo a cambio de su obediencia ciega, y si nos estas preparada, mejor ni lo intentes, eso incluye que controles tu deseo por tu mate, hasta que puedas dar seguridad a los tuyos, incluido a tu descendencia, el futuro de tu manada."- las palabras del Alfa Desmond hicieron que la Alfa Ailshe se sintiera estúpida, pero a la vez le sirvió para entender cuál era su papel en todo esto.
Ella no era lo importante, ni sus deseos, ni siquiera la venganza, ni su odio, los importante era la manada, su supervivencia, su futuro, si quería derrotar a la maldita B, debía tener eso claro, muy claro.
- "Gracias, Alfa Desmond, lo tendré en cuenta"- le dijo la Alfa Ailshe con una sonrisa.
- "Bien ahora que hemos hablado puede reunirte con ese cabeza de chorlito de Walter, tienen mucho de hablar, sobre todo de vuestro futuro, tu hermana, y su mate también deben hablar, y cuanto antes lo hagan mejor, ya mañana comienza todo, la Alfa Brenda vendrá a la recepción, y sabremos a qué atenernos."- le dijo el Alfa.
Ailshe asintió y tras levantarse de su asiento, volvió en sus pasos para bajar al comedor.
- "¿Qué te ha parecido mi Luna? ¿Lo he hecho bien?"- dijo de pronto el Alfa Desmond, y una sombra, que nadie había detectado, salió del fondo de la terraza.
- "Eres increíble, siempre sabes dónde estoy, nunca consigo sorprenderte."- le dijo la Gamma, acercándose al él, para a continuación sentarse en su regazo, rodeando con sus brazos el fuerte cuello de su esposo.
-"Bueno conozco tu olor desde la primera vez que te olí, nunca podré olvidarlo, es mi olor favorito, además, fuiste tú la que me mandó a orientarla, conociéndote, sabía que ibas a estar cerca para intervenir, por si mi lado oscuro y tenebroso hace acto de presencia, y termine asustando a esa damisela, haciendo que salga despavorida, como el lobo del cuento."- le dijo el alfa sonriendo peligrosamente, como ese lobo del que hablaba, mientras comenzaba a acariciar la cadera de su Luna, en un momento enterró en el cara en su cuello de su esposa para olerla mejor, era pura adición.
Un gemido de placer escapó de los labios de la Gamma, sin poder evitar sonreír excitada.
- "¿Sabes que con lo que acabas de hacer, has provocado que al menos haya una Alfa en tu reino que no te tema, y vea que debajo de la oscuridad del temido Rey Oscuro, hay un ser con un corazón enorme?"- le dijo su Luna comenzando a desabrocharle la camisa para exponer ese pecho musculoso que ella adoraba.
-"Bueno siempre puedo invadir el territorio de su manada, de vez en cuando, aunque creo que no hará falta, bastante castigo tienen esas dos, con sus dos mates, esos esos gemelos son los guerreros más inquietos, molestos y problemáticos de mi manada, te aseguro que cuando esos dos comiencen a montarla en sus tierras, dejaran de creer que soy buena persona, te lo aseguro."- le dijo el Rey mientras clavaba sus dientes, para después lamerlo, en el hombro de la Luna, donde estaba su marca, haciendo que un gemido agudo y de deseo se oyera en la terraza.
- "Eres el mismo demonio, vamos Rey oscuro, vamos a tu despacho, te voy a enseñar algunos territorios que puedes invadir cuando quieras, así dejas a nuestras invitadas, y a sus mates, tranquilos."- dijo la Luna para después besar con pasión a su mate.
El rey la alzo en sus brazos, y le dijo tras despegar sus labios de los de sus deseosa Luna.
- "Como ordene mi reina, siempre a su servicio"- y procedió a cumplir las órdenes de su otra mitad.
Ningún miembro de la manada que se tropezaba con ellos, se sorprendía o se escandalizaba de ver a su Alfa sin camisa, besando con pasión a su Luna, mientras la llevaba en sus brazos a su despacho, o a cualquier habitación de la casa de la manada, en Blue Moon era normal que su Alfa y su Luna dieran estas muestra de pasión, donde fuera, y con asiduidad, hasta se hacían apuestas para cuando llegaría el, o los próximos miembros de la familia real, muchos apostaban que sería más pronto de los que muchos creían, quién sabe.
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Las Mates Malditas de los Gemelos Beta.
LobisomemLa Alfa Ailshe y la beta Calmil son lobas idénticas, maldecidas antes de nacer, como lo era la tercera loba que nació en esa camada, la Alfa Brenda. Antes que ellas tres nacieran, su padre, el Alfa de River Lake, fue maldecido por la bruja cuyo aque...