ONCE: Alianza Inesperada

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                                                                                           ~Cain~

Mientras corríamos hacia el auto, las palabras de Alaska resonaban en mi cabeza. La traición, el miedo, el tesoro. Todo parecía una pesadilla de la que no podía despertar. La agarré de la mano con fuerza, asegurándome de que no se quedara atrás.

- Rápido. -  dije, casi empujándola hacia el asiento del copiloto mientras yo saltaba al volante. Arranqué el motor y pisé el acelerador, saliendo disparados del aparcamiento justo cuando los hombres de Leon aparecían en la esquina.

- ¿Tienes algún lugar seguro en mente? -  le pregunté, mis ojos fijos en la carretera mientras esquivaban el tráfico con habilidad.

- Sí. -  respondió, su voz temblorosa pero decidida. - Conozco un lugar donde podremos escondernos temporalmente. Es una cabaña en las afueras, nadie sabe de ella.

Asentí, tomando la dirección que ella indicaba. El viaje fue tenso y silencioso, cada uno sumido en sus pensamientos. Sabía que una vez llegáramos, tendríamos que planear cada paso con precisión. No podíamos permitirnos más errores.

Al cabo de una hora, llegamos a una zona boscosa y apartada. Alaska me guió hasta una cabaña oculta entre los árboles. Apagué el motor y nos quedamos en silencio por un momento, asegurándonos de que no habíamos sido seguidos.

- Vamos. - dije finalmente, saliendo del auto y ayudándola a bajar. La cabaña estaba polvorienta y parecía abandonada, pero tenía todo lo que necesitábamos para escondernos por un tiempo.

Dentro, Alaska encendió una lámpara de aceite y comenzó a revisar el lugar. 

- Hay provisiones y algunas armas escondidas aquí. -  dijo, sacando un par de pistolas de un compartimento secreto. - Mi padre solía usar este lugar como refugio.

- Perfecto. - respondí, tomando una de las pistolas y comprobando el cargador. - Necesitamos revisar esa tarjeta de memoria nuevamente. Tal vez haya algo que se nos pasó.

Nos sentamos en una mesa vieja y conecté la tarjeta a mi computadora portátil. Alaska se inclinó sobre mi hombro, sus ojos fijos en la pantalla. Navegamos por los archivos una vez más, buscando cualquier pista que nos pudiera ayudar.

De repente, encontré un archivo oculto que no habíamos visto antes. 

- Aquí. - dije, señalando la pantalla. - Esto parece diferente.

Abrí el archivo y apareció un documento con una sola frase: "La marca"

- ¿La marca? -  murmuró Alaska, frunciendo el ceño. - Eso no tiene sentido. ¿Como que la marca?

- No lo sé. - respondí, mi mente trabajando a toda velocidad. - Pero tenemos que averiguarlo.

De repente, escuchamos un ruido fuera de la cabaña. Nos levantamos de un salto, ambos con las armas en la mano. Me acerqué a la ventana y vi sombras moviéndose entre los árboles.

- Nos han encontrado. -  susurré, mi corazón acelerándose. - Prepárate para luchar.

Nos colocamos en posiciones defensivas, esperando el inevitable enfrentamiento. Los hombres de Leon estaban cerca, y sabíamos que no se detendrían hasta que nos tuvieran.

- Alaska. -  dije, mirando hacia ella. - Pase lo que pase, no te separes de mí. Lucharemos juntos.

Ella asintió, su rostro decidido. 

- Lo sé, Cain. Estoy contigo.

Las sombras se acercaban, y el primer hombre apareció en la puerta, arma en mano. No había más tiempo para dudar. Disparé, y la batalla comenzó.

La Chica De Los LazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora