DIECISIETE: No Es Lo Que Parece

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                                                                                        ~Cain~

La luz del amanecer se filtraba por las ventanas rotas de la fábrica, arrojando un resplandor dorado sobre el escenario de caos y muerte. A medida que avanzábamos por el lugar, no podía evitar sentir un nudo en el estómago. La muerte de Victor pesaba en mi conciencia. A pesar de su traición, al final, intentó redimirse. Pero eso no aliviaba la sensación de pérdida y culpa que me invadía.

Nos dirigimos hacia la salida, con Alaska apoyada en mí. Su respiración era pesada, y podía ver la preocupación en sus ojos. Pero había algo más, algo que no podía quitarme de la cabeza: la muerte de Leon había sido demasiado fácil. Todo el tiempo que pasamos planificando y luchando, y él había caído con un solo disparo.

- Cain, ¿estás bien?"- preguntó Alaska, notando mi distracción.

- No lo sé. -  admití, mirando a la distancia. - Esto no se siente como el final. Fue demasiado fácil.

Ella asintió, su expresión reflejando la misma duda que sentía. 

- Tal vez tengas razón. Pero por ahora, necesitamos descansar y recuperar nuestras fuerzas.

Asentí, sabiendo que tenía razón. Nos dirigimos al auto, y mientras conducía de regreso a la cabaña, no pude evitar revisar mentalmente cada detalle de lo sucedido. Algo no encajaba.

Llegamos a la cabaña, y Alaska insistió en revisar mis heridas. Me dejé caer en una silla, sintiendo el peso de la fatiga y la incertidumbre. Mientras ella limpiaba y vendaba mis heridas, mis pensamientos seguían volviendo a la fábrica.

- Victor no merecía morir así. - dije en voz baja. - Intentó hacer lo correcto al final. Pero no puedo sacudir esta sensación de que algo anda mal.

- Lo sé. -  respondió Alaska, su voz suave pero firme. - Pero por ahora, tenemos que centrarnos en lo que podemos controlar. Necesitamos estar preparados para cualquier cosa.

La observé mientras trabajaba, admirando su determinación y fortaleza. Pero también podía ver el cansancio en sus ojos, el peso de todo lo que habíamos pasado. Nos habíamos enfrentado a tanto, y todavía quedaba la sombra de duda sobre el futuro.

- Alaska. - dije, tomando su mano. - Si esto no es el final, si hay más peligros por venir, quiero que sepas que estoy contigo. No importa lo que pase, no te dejaré sola.

Ella me miró, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y preocupación. 

- Lo mismo para ti, Cain. Somos un equipo. Pase lo que pase, enfrentaremos esto juntos.

Nos quedamos en silencio por un momento, compartiendo una conexión más profunda que cualquier palabra. Pero esa calma fue interrumpida por el sonido de un teléfono vibrando. Alaska se levantó y buscó en su bolso, sacando el dispositivo.

- Es un mensaje. -  dijo, leyendo la pantalla. - Dice: 'Esto no ha terminado. Estoy en todas partes. -L'"

Sentí un escalofrío recorrer mi columna. Leon. ¿Podría ser posible? ¿Podría haber dejado algo más, una trampa, un plan de contingencia?

- Tenemos que estar listos. -  dije, levantándome con dificultad. - No podemos bajar la guardia. Esto aún no ha terminado."

Alaska asintió, su rostro endureciéndose con determinación. - Entonces nos prepararemos. No importa lo que venga, estaremos listos.

El sol seguía subiendo en el cielo, anunciando un nuevo día lleno de incertidumbres. Pero juntos, sabíamos que podíamos enfrentar cualquier cosa. Porque en este mundo oscuro y peligroso, la única constante era nuestra determinación de sobrevivir y protegernos mutuamente.

La Chica De Los LazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora