36

456 27 0
                                    

...

Carlos

"Carlos, no quería incomodarte. Solo quería hablar contigo... Es importante. 

Rebecca."

El corazón le dio un vuelco. Cerró los ojos un momento, apretando la mandíbula. ¿Por qué no podía simplemente desaparecer?

En ese instante, alguien del equipo entró apresurado al garage, susurrándole algo a uno de los ingenieros. Carlos levantó la vista, y lo que vio lo dejó helado: Rebecca estaba afuera nuevamente, en la entrada del paddock, hablando con periodistas. Y no solo eso, tenía una sonrisa perfectamente calculada y hablaba con total confianza.

—¡Maldita sea! —exclamó Carlos, lanzando los auriculares sobre la mesa.

Se apresuró a salir, ignorando las miradas de su equipo. Apenas cruzó la puerta, escuchó las últimas palabras de Rebecca:

—...y claro, siempre he querido lo mejor para Carlos. Nuestro pasado no define lo que siento ahora.

Los flashes estallaron, y Carlos sintió cómo la sangre le hervía. Se acercó a grandes pasos, sin importarle la atención que atraería.

—¡Rebecca! —Su voz resonó, haciendo que todos los ojos se fijaran en él. La mujer se giró lentamente, fingiendo sorpresa.

—Carlos, qué bueno verte...

—¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás hablando con la prensa sobre mí? —Su tono era cortante, y las cámaras grababan cada segundo.

Rebecca fingió inocencia, colocándose una mano en el pecho.

—No estoy diciendo nada malo, solo quería aclarar algunos malentendidos...

—¿Qué malentendidos? —Carlos casi gritó, sus ojos ardiendo de furia—. Tú y yo no tenemos nada que aclarar, ¡nada!

—Carlos, por favor, calma... No quiero problemas.

—¿Problemas? —soltó una risa amarga—. Tú eres el problema, Rebecca. ¿No te basta con lo que hiciste? ¿Ahora tienes que venir aquí a arruinar todo lo que he construido últimamente?

La tensión era palpable, y aunque Rebecca parecía incómoda, su expresión seguía siendo calculadora.

—Solo quería hablar contigo, en privado. Pero ya que no me dejas opción... —Se giró hacia las cámaras con una expresión que parecía casi triste—. Es una pena que Carlos no pueda manejar las cosas con madurez. Todo lo que quería era desearle suerte en la temporada y cerrar este capítulo con respeto pero se sigue resistiendo.

Carlos sintió cómo su control se desmoronaba. Los murmullos a su alrededor se intensificaron, y justo cuando iba a responder, alguien lo tomó del brazo. Era uno de sus ingenieros, quien le susurró:

—Déjalo, Carlos. Esto solo va a empeorar si sigues aquí.

Carlos respiró hondo, intentando calmarse, pero antes de girarse para marcharse, lanzó una última mirada a Rebecca.

—Escúchame bien: no quiero verte cerca de mí, de mi equipo, ni de mi vida nunca más. No voy a permitir que vuelvas a jugar conmigo como antes.....sobre todo, te lo vuelvo a repeir como hace un rato, mantente alejada de emilia.

Con eso, se dio la vuelta y regresó al garaje, ignorando las preguntas de los periodistas que lo perseguían. Dentro, su equipo lo observaba en silencio, y Carlos se dejó caer en una silla, pasando las manos por su cabello con frustración.

𝘐𝘕𝘚𝘛𝘈𝘎𝘙𝘈𝘔 (+18 ) //𝘊𝘢𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘚𝘢𝘪𝘯𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora