☆Chapther Special☆

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Δ[Capitulo anterior: Thirty-Five]Δ

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[...]

-Sé lo que pasa y bueno... quizá sea nuevo para tí. Cómo lo es para mí: ¿Sabes eso de..."celo"?

-¿...Eso existe en cambiaformas...?

-Si. Y bueno, parece que: si solo funciona conmigo, y tienes problemas para controlarte...es por eso. -Nimona la vió algo sorprendida y un poco sonrojada al igual que la otra- Conociéndote, te dormiste en clases y no tienes ni idea de lo que se trata.

-Lo sé, pero...no tengo ni idea del como se quita eso.

Scarlett llegó a cruzar sus manos y colocarlas al rededor del cuello de la contraria, haciendo que esta se pudiera aún más nerviosa, pero en ambas, se formó una pequeña sonrisa.

-Puedo ayudarte con eso. Solo...no sé cómo empezarlo del todo.

-¿Ese es...un rasguño? -Nim interrumpió notando un rasguño en la rubia, sobre el hombro viendo que en sí, sus manos habían sacado sus garras- ¡¿Yo hice eso?! Por Gloriana, en serio lo--

-Tranquila, al menos...al menos ya estamos a mano, ¿no?

-No. Me niego a haberte herido -dijo para luego dar un besito en la herida, descubriendo más como estás-. Los cazadores...¿ellos lo hicieron, cierto?

-N-no te preocupes. No duele tanto. Estaba acostumbrada, ¿recuerdas...?

Nimona no dejaría que está solo fingiera no dolerle demasiado, llegando a empezar a besar cada herida visible.
Scarlet rápidamente sintió cierto escalofrío de los agradables, que la hacían empezar a sentirse...distinta.

-¿Nim,...q-qué haces...?

-Ayudándote a sanar. -tenia razón, los animales tenían esa habilidad de sanación.

Lo que alertó poco a la rubia fué que su contraria empezara a intensificar un poco los besos, llegando al cuello que la hizo paralizar un poco.

Así comenzó.

Increíblemente sin saberlo, Nimona había comenzado, poco a poco y sin precisamente quererlo, se encontraba empezandolo todo; la rubia sentía los besos incluso en su espalda.

Teniendo heridas o no, la pelirroja besaba cada centímetro de su ya obviamente piel semi-desnuda que ella misma ocasionaba mientras hacía el acto.
Se concentraba en sanarla y mostrar su cariño, llegando a escuchar ciertas respiraciones profundas de la contraria.
Pasó por todo su cuerpo con sumo cuidado llegando hasta besarla nuevamente, pero está vez, fue mucho más intenso que las primeras dos veces.
Scarlett cambió llegando a ser Nim la que estuviera bajo y está arriba en el transcurso del beso.

Se separó un poco de la pelirroja viéndola con una sonrisa y mirada radiante al igual que sonrojada y un poco despeinada.

-Adesso tocca a me, la mia ragazza squalo-¿Italiano? Correcto: "Ahora es mi turno, mi chica tiburón" en pocas palabras.

Efectivamente, el beso comenzó de nuevo, está vez siendo Scarlett la que fuera besando cada herida empezando por su rostro.
Nimona, por su lado, intentaba no ver tanto, simplemente todo parecía tan irreal para ella que le ocasionaban escalofríos.

Todo pasó igual hasta que la rubia la arrastró hasta la orilla de la cama y está se sentó sobre sus piernas, llegando a besarla una vez más con profundidad, bajando una de sus manos hasta la entrepierna de la pelirroja, quien gruñó bajo sin siquiera poder moverse por los besos de su contraria.

Cada vez escalaba más la intensidad de los besos, y de tanto tacto de la rubia, rodando siempre a su contraria, esta llegó a tomarla por la cintura con fuerza y cargarla, mientras la rubia enrolló sus piernas sobre la cadera de la pelirroja: ella ya estaba dispuesta al siguiente acto, dónde la aventó delicadamente pecho abajo a la cama, y está se montó sobre ella, empezando cualquier acto sabido: el famoso "en cuatro".

Gemidos y suspiros ahogados recorrían la habitación, acompañado de ciertos gruñidos y susurros por parte de la pelirroja, dirigidos solamente en susurros seductores justo en una de los oídos de su pareja:

-Non hai idea di quanto ho desiderato questo momento senza saperlo affatto: ora sei e sarai per sempre, mia, mia bionda dagli occhi chiari.

"No tienes idea de cuanto de deseé esté tiempo sin saberlo en lo absoluto: ahora eres y serás para siempre, mía, mi rubia de ojos claros" sería la traducción directa. Entre más cosas como esas llegaban a los oidos de la rubia que estaba siendo embestida una y otra vez.

Nimona llegó hasta su cuello y hombro, y entre estos, llegó a marcarla. La rubia llegó a gritar un poco pero este sonido fue reducido al apretar una almohada contra su boca para no exceder.

La pelirroja cubrió la herida velozmente con un pañuelo cercano. Se disculpó en bajito una y mil veces: pensó que fue muy doloroso. La rubia le consoló diciendo que eso es lo que quería: deseaba que ahora estuvieran siempre juntas y gracias a ese acto lo estarían.
Lo dijo igualmente en voz baja, aunque bastante cansada y adolorida, pero satisfecha. Al menos eso dijo por el momento.

Ambas durmieron abrazadas por las horas restantes de la noche, y fue hasta en la madrugada, dónde la pelirroja abrió los ojos, y arriba de ella, estaba la rubia: ambas se contemplaron sus miradas, llenas de felicidad y tranquilidad por verse nuevamente.

Finalmente habían estado juntas.

La mirada tierna de ambas cambió a una seductora cuando la rubia mencionó un: "¿Una ronda más? Aún no se despiertan" y energizó a su pareja.



































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Lo prometido es deuda, cariño.

Aquí está el capítulo que deseaban (de una vez aclaro que no sé cómo escribir ese tipo de actos, sin embargo, se intentó por ustedes)

Gracias por todo su apoyo, espero poder escribir pronto: chaoo

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ℕ𝕖𝕨 𝕃𝕚𝕗𝕖 |𝔑𝔦𝔪𝔬𝔫𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora