Guerra Fría » Narry Storan

V; Elena.

Capítulo V, "Elena".

Mientras Harry iba caminando de regreso a su casa, el tiempo también iba avanzando conforme a esta historia. Pasaron unas semanas desde el acontecimiento del río, y Niall Horan iba mejorando las heridas de su espalda «ya cicatrizadas» cada vez más. Él volvía cada día después de el trabajo al río en donde Harry había curado sus heridas, esperando encontrarse con el joven rizado. Pero lo único que conseguía era un buen baño en el caudal de este mismo río, el cual había explorado sus alrederores un día entero en busca del joven misterioso. No sabía que era lo que tenía ese chico que le atraía como un imán, tanto física como psicológicamente, y quería averiguarlo. Pero además de eso, sabía que esperarlo allí era una pérdida de tiempo, él no aparecería por ahí. Tal vez debería buscar a todos los Harry del registro civil para dar con el, pero no lo hacía, porque aparte de eso, el río se había vuelto en su lugar favorito, porque era la única parte donde realmente podía encontrar la paz plena.

El Señor Styles iba todos los días al coliseo, había que decir que él ahora iba de una manera más... Sigilosa a lo anterior, pues él había visto a el General repetidas veces y éste no se había dado cuenta de su presencia. A veces se dedicaba a observarlo, a ver como su aura emanaba respeto y frialdad, o a ver su trasero. Jamás lo admitiría, pero el trasero de Niall Horan era de los mejores que había visto por allí. Cuando no veía a Niall, se dedicaba a pensar en cómo atacaría aquél lugar, cuándo y con qué ayuda. Ya que siendo un lobo solitario no podría, lamentablemente.

Pensaba que estaba haciendo su trabajo bien, dejando a Elena sola en casa todas las mañanas para ir a estudiar cosas sobre el coliseo, lamentablemente esas fueron las semanas en las que Ruggler había tomado medidas sobre este "joven misterioso " que se le había aparecido a su General. Ruggler se comía la cabeza una y otra vez pensando en los rasgos físicos que Niall le había dado. Pero después de toda esa investigación, llegó a una importante y sorprendente conclusión.

Como todos los días, Harry iba de camino hacia su casa escondida en medio del bosque, pensando en todo lo que había hecho en el día, si lo que hacía estaba bien o mal. O si algo le afectaba en su rendimiento. Como siempre, nada. No había nada «a opinión de Styles» que hubiera salido mal. O eso pensaba. Esa tarde era como un pequeño niño que volvía de su primer día de escuela, caminando sonriente hacia la vida.

En ese mismo instante Niall ya estaba en el río como todos los días de las últimas semanas. Esperando algo «alguien» que probablemente jamás llegará. Estaba oscureciendo, su turno de trabajo ya había terminado ese día y probablemente debería estar en casa, bebiendo vino o tomando una ducha.

—Dar todo por nada... — se dijo a si mismo mientras tiraba una roca al agua. Como si se estuviera regañando por esperar al joven sabiendo que nunca llegará. Porque le había dejado claro, era mejor que no se volvieran a ver por el bien de los dos. Tal vez era así, pero no le importaba, ¿desde cuándo seguía las reglas al pie de la letra?.

Pero Niall nunca se da por vencido. Siempre tienen que salir las cosas como él las quiera y a su manera, así que, intentó recordar por donde se había ido del joven rizado. Y a eso, comenzó a caminar en las direcciones que él creía correctas. Algo que le tardó mucho en recordar por todos los árboles que se cruzaban en su camino.

Harry iba llegando a su pequeño hogar, como siempre, abrió la puerta y el calor lo invadió obligándole a quitarse su amado saco de vestir. No olía a la comida que Elena preparaba todas las noches. Olía a como olía en la mañana, olía a desayuno. Eso le extraño hasta lo más profundo, frunció el ceño mientras se adentraba a su hogar.