VII; Enemistad.

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Capítulo VII, "Enemistad".

Harry comenzó a abrir los ojos gracias a un balde de agua que había caído sobre su cara, de golpe, había recordado quedarse dormido al ser disparado por Ruggler. Recordó la lucha contra los tontos soldados y el disparo por detrás que aún le dolía más que el infierno, pero ahora, ¿Dónde estaba, y quién lo había traído aquí?.

—Despierte — escuchó una sólida y rasposa voz. Claro que era del rubio —He venido a curar su herida.

Talló sus ojos mientras levantaba la cabeza de la almohada—¿No es mejor que alguna enfermera lo haga?, ¿O tal vez Elena? — preguntó somnoliento.

—No, no. Usted es muy peligroso como para convivir con mujeres, así que he venido yo. No se preocupe, mi madre era enfermera y yo sé de estas cosas — Niall aseguró, dándole algo de confianza a Harry, aunque no completamente. Niall era su enemigo y todo lo que hiciera no le traería buena vibra.

—¿Dónde está ella ahora? — preguntó Harry, con curiosidad tratando se sacar un tema de conversación.

—Ese no es tema para hablar, menos con un prisionero — Niall bajó la cabeza inexpresivo en busca de un paño, lo sumergió en el agua que quedaba y se acercó hacia Harry —¿Dónde ha sido? — preguntó, recorriendo el cuerpo de Harry con los ojos.

—Puedo vivir sin ser curado — Harry se encogió de hombros, pero Niall le miró como cuando miraba a un soldado que no quería obedecer. Y esa mirada, era simplemente indestructible —Vale, ahí — Harry accedió mostrando la herida que estaba en su pierna, derrotado.

Niall colocó el paño sobre esta y comenzó a a quitar la sangre seca que estaba sobre ella. Después de eso sacó una bolsa de plástico que estaba en el bolsillo de su pantalón, donde dentro había un par de pinzas e iba a adentrarlas a la herida, pero fue parado por un alarmado Harry.

—¿Qué está haciendo?, ¡Debe desinfectar esa cosa, o puedo sufrir una enfermedad que afecte mi sangre! ¡Cuidado con el tétano!— El rizado lo detuvo en un grito, tratando de quitarle las pinzas al rubio.

—Ya lo he desinfectado antes, no se preocupe, además también puede sufrir una enfermedad a la sangre si no le extraigo la bala de su pierna, Señor Styles — Niall dijo mientras acercaba nuevamente las pinzas hacia su herida —Cierre los ojos — le calmó.

Pero Harry sólo pensaba en lo bien que sonaba su apellido proveniendo de los labios del General, repitiendo la melodía una y otra vez en su cabeza.

Como sea, Niall rebuscó entre la carne de Harry algún indicio de que la bala estaba cerca. Pero el ambiente y la tensión le estaban matando, necesitaba un tema de conversación o moriría consumido por el incómodo silencio que le acompañaba.

—Entonces... ¿Elena es su sirvienta? — preguntó Niall mientras dirigía la mirada a la herida y no la despegaba de allí. Harry despertó de sus pensamientos al oírle hablar, y el recuerdo de su apellido modulado por la boca del rubio desapareció.

—Lo es. Pero parece que ahora anda coladita por su asistente, General — respondió Harry mientras reía. Nunca había visto a Elena comportarse como lo estaba haciendo con Míssuri, ¿Quién lo diría? Un derecha y un izquierda enamorados. La situación era graciosa.

—El Señor Míssuri — Niall corrigió carraspeando un poco —Supongo que es lindo volver al palacio, ¿Cierto? — preguntó otra cosa, cambiando el tema en 180° grados.

—La verdad es que una toma con más de cien hombres contra uno, no era mi idea para la primera visita luego de años. Pero ha sido divertido — Harry se encogió de hombros, mientras esbozaba una leve sonrisa.

Guerra Fría » Narry StoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora