"Nunca nada es obra de la casualidad, todo tiene un porqué y razón de ser; sólo hay que estar despierto y atento a los hechos...”
Arsen me observa concentrado, como si en mis ojos estuviese el origen del universo. Hace unos momentos lo notaba extraño, más aun por la situación de venir sin Evan, pero también comprendo que quiera hablar a solas.
—Y bien... —susurro mientras dejo mi taza en la pequeña mesa, apoyo mi brazo en el respaldo y quedo mirando hacia él, prestando toda mi atención.
Algo no muy difícil de lograr, se ha cortado el cabello y afeitado, y le queda hermoso.
—¿Cómo conociste a Liam? —inquiere y su pregunta me toma por total sorpresa, me desconcierta.
—En la universidad, contigo —explico y asiente, aunque ahora que lo recuerdo, no fue así—. No —Me apresuro a negar y me observa curioso—, en la mañana me lo crucé en un pasillo —cuento haciendo memoria—, me chocó y terminé cayendo de espaldas al suelo, él me ayudó a levantarme y entre palabra y palabra, me presenté —Los ojos de Arsen están sumamente abiertos y se ven desorbitados, como desesperados—, era compañero de la secundaria de Mitch, no eran grandes amigos pero lo había visto en casa muchas veces antes de que mis padres murieran...
Arsen se pone de pie como si hubiese dicho algo mal, camina sobre la alfombra y se sujeta la nuca en señal de desquicio. Sigo en la misma posición no entendiendo nada, sobre todo con las preguntas que está haciéndome.—¿Por qué quieres saber eso? —inquiero y también me pongo de pie.
Me cruzo de brazos un poco temerosa y Arsen se ve más grande, su cuerpo se ve tenso y trabado, sus músculos se hacen notar más, es como un animal asustado e intentando defenderse. Se gira y me mira como si fuese un fantasma.
—¿Nunca te resultó extraño el acercamiento de Liam? —inquiere preocupado—, que se haya pegado a ti, criado a tu hijo, sobre todo cuando fue él quien sentenció tu carrera...—Ya hablamos de eso —contesto un poco abrumada—, se sintió culpable, nos hicimos amigos y terminamos en una relación, es algo normal —aclaro y Arsen niega tan firme y seguro que parece reprender mi comentario.
—Liam estaba obsesionado contigo desde antes que lo conozcas —afirma—, ese choque en el pasillo, nuestra denuncia, el que a mí me expulsen, a ti te echen, tu divorcio, la amistad con Mitch, la ayuda, el apoyo... Todo eso no es más que un asqueroso plan para tenerte en sus garras, nada fue sincero, nada fue real, él planeó todo, Liz, él nos separó, ¡Liam es un maldito farsante!
—Basta —ordeno y lo hace.
Me cubro la boca con ambas manos no creyendo las incongruencias de Arsen.
—Liam no sería capaz —replico y Arsen sonríe falsamente—, me ha ayudado...
—¿Sabías que a Alice y Daniel los denunciaron junto a nosotros?
Ante sus palabras contengo el aire, niego sin articular palabra y sólo observo no entendiendo nada.
—Alice no fue quien nos denunció —afirma y sujeta mis hombros—, fue otra profesora y ¿sabes algo más? —Niego en respuesta y veo fruncir sus labios, como si no pudiese continuar—. A Alice nunca la despidieron, a Daniel nunca lo expulsaron... ¿Imaginas por qué?
—No —respondo entre cortado.
—Porque ella hizo un arreglo con Liam, Liam pudo haber salvado tu cuello y no lo hizo, a ti te denunció ante la universidad pero a ella no.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Porque para ti tenía otros planes, te quería solo para él, y —Arsen baja su cabeza y suspira.
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Lovers: Él, prohibido
Romance"Mi vida era normal, quizás un poco monótona y aburrida. Hasta que aquél griego de tan solo 19 años de edad, hizo temblar el suelo bajo mis pies. Sus ojos de aquel color jade me hipnotizaron y sus palabras me cautivaron. Jamás pensé que podía enamo...