Slytherin boy's react

Pociones | M.R

(Enemigos académicos)

(Su perspectiva)

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El ambiente de pociones siempre me parecía insoportablemente monótono. Las instrucciones del profesor Slughorn retumbaban en el fondo, pero mi mente estaba en cualquier lugar menos en los ingredientes frente a mí. Entonces, para colmo de males, me asignan a trabajar con ella. T/n. La perfecta, organizada, sabelotodo T/n, que siempre parecía tener algo que demostrar, sobre todo cuando se trataba de mí.

Ella caminó hacia la mesa con su habitual porte de superioridad, esa calma controlada que siempre me sacaba de quicio. No es que yo no pudiera manejar la situación, pero verla tan segura de sí misma siempre activaba algo en mí, algo que no sabía si era irritación o una especie de... atracción mal disimulada. Pero, claro, jamás lo admitiría.

"Espero que puedas seguir el ritmo, Riddle" dijo, sin siquiera mirarme, mientras empezaba a medir los ingredientes con precisión obsesiva.

"¿Seguir tu ritmo?" me burlé, recargándome en la mesa. "Me conformo con que no te ahogues en tus propias expectativas."

Ella me lanzó una mirada fulminante, como si esa fuera la ofensa más grave que pudiera recibir. Aunque no pudo evitar que sus ojos brillaran un segundo, reflejando algo que yo podía captar pero que ella nunca reconocería. La tensión entre nosotros siempre había sido algo tácito, como una cuerda tensa que nadie estaba dispuesto a cortar.

Nos pusimos a trabajar, aunque mi concepto de "trabajo" y el suyo eran muy opuestos. Ella movía las manos con agilidad, mezclando los ingredientes con una precisión que rozaba lo obsesivo.

Yo, por otro lado, me tomaba el tiempo de observar, no solo la poción, sino a ella. Sus gestos controlados, la manera en que fruncía el ceño cuando algo no iba exactamente como lo planeaba.

"Estás haciéndolo mal" dijo de repente, sin levantar la mirada de la poción.

"¿Perdón?" le respondí, un poco molesto. ¿Quién demonios se creía que era?

"Pusiste los ojos de tritón antes de los pétalos de belladona." Su tono era más afilado que cualquier poción que pudiera estar preparando.

Me acerqué un paso hacia ella, desafiándola sin necesidad de palabras. Me importaba muy poco el orden de los ingredientes, y mucho menos me importaba lo que ella pensara. Claro, su perfecta poción podía estar arruinada, pero ver cómo se tensaba la mandíbula mientras intentaba mantener el control... era impagable.

"Oh, vamos" le dije, dejando caer otro ingrediente en la mezcla. "Un poco de caos no le hace daño a nadie, ¿verdad?"

La poción comenzó a burbujear de forma alarmante, y el olor a azufre llenó el aire. En segundos, el contenido del caldero explotó, bañándonos a ambos en una nube de humo espeso. Cuando el polvo se asentó, nuestras miradas se encontraron. Yo sonreí, disfrutando de cada segundo de su evidente frustración.

"Esto es culpa tuya" dijo ella, acercándose a mí con una mezcla de rabia y control. Cada palabra era una daga afilada, pero no podía negar que la situación era, en el fondo, demasiado divertida.

"¿Culpa mía? Por favor, T/n, si tú eres la que necesita todo bajo control. Quizás deberías relajarte un poco, vivir el momento" dije, inclinándome hacia ella, reduciendo la distancia entre nosotros. Podía sentir su respiración acelerarse ligeramente, lo que me hizo sonreír más ampliamente.

"Relajarme... contigo... es imposible" respondió, mirándome con esos ojos llenos de fuego, aunque su voz temblaba ligeramente. Sabía que la estaba afectando más de lo que ella quería admitir, y eso me daba una extraña satisfacción.

"¿Por qué no lo intentas?" le susurré, inclinándome aún más cerca, nuestras narices casi tocándose. La tensión en el aire era palpable, como si en cualquier momento todo pudiera estallar, pero de una manera muy diferente esta vez.

 Mis palabras eran un desafío, uno que sabía que ella nunca aceptaría... al menos no de la manera en que yo quería.

Su respuesta no fue inmediata. Me miró fijamente, sus ojos se movían de los míos a mis labios, como si estuviera considerando algo, algo peligroso. Y luego, casi de manera involuntaria, su mano se movió hacia mi pecho, empujándome ligeramente, pero no lo suficiente como para crear una verdadera distancia entre nosotros.

"Te crees demasiado" murmuró, pero su voz ya no tenía la misma fuerza. Podía ver el conflicto en sus ojos, el mismo que siempre estaba allí cuando estábamos cerca.

"Y tú no te crees lo suficiente" le respondí, levantando una ceja. Mi mano rozó la suya, la misma que había intentado empujarme. Ese contacto fue suficiente para que ambos quedáramos congelados por un segundo más largo de lo necesario.

No podía apartar la vista de sus labios. Sabía que no debería hacerlo, pero había algo en la manera en que me miraba, algo que no estaba del todo dispuesto a ignorar. Un impulso se apoderó de mí, uno que nunca había sentido tan intensamente antes.

"Riddle..." su voz fue apenas un susurro, y por primera vez, sonaba menos segura. Menos controlada.

Me incliné aún más, nuestros labios casi rozándose ahora, y vi cómo su respiración se detenía, como si el aire hubiera sido succionado de la habitación.

Justo en ese momento, la voz de Slughorn rompió la burbuja en la que habíamos estado atrapados.

"¿Todo en orden por aquí?" preguntó despreocupadamente, mirando el desastre que habíamos hecho con el caldero, completamente ajeno a la tensión en el aire.

T/n dio un paso atrás de inmediato, rompiendo el contacto entre nosotros, pero sus ojos seguían fijos en los míos. No dijo nada más, pero la intensidad de lo que acababa de suceder colgaba en el aire como una amenaza no confesada. Sabía que esto no había terminado, que algo entre nosotros se había encendido hoy.

Y la verdad... no podía esperar a ver cómo iba a continuar.

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¿A quién no le gustaría trabajar junto a ese hombre?

¿Escena favorita?

Con mucho cariño,

Slythgirl <3