Slytherin boy's react

La derrota de Quidditch | D.M

(Enemigos académicos)

(Su perspectiva)

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No podía creerlo. Todo el partido había dependido de una jugada simple, pero crucial, y ella lo arruinó. T/n ignoró mi señal, mi plan, y en un abrir y cerrar de ojos, perdimos. Perdimos por su maldita terquedad.

La furia latía en mis venas, mi respiración pesada mientras caminaba con rapidez hacia los vestuarios. Apenas terminé de cambiarme cuando la puerta se abrió, y ahí estaba ella, con esa actitud desinteresada que me enfurecía aún más.

"¿Qué demonios fue eso, T/n?" Mis palabras cortaron el aire como un cuchillo. Ella apenas levantó la vista, con esa maldita calma que parecía alimentarse de mi rabia.

"Hice lo que creí que era mejor para el equipo." Su tono era seco, desafiante. Como si lo que acababa de hacer no hubiera importado. Como si no acabara de arruinar todo.

Me acerqué, cerrando la distancia entre nosotros con pasos lentos pero decididos, mi mandíbula tensa. La idea de perder por su culpa me carcomía. Ella me miraba con esos ojos fríos, retándome.

"Lo que creíste que era mejor." Escupí las palabras, entrecerrando los ojos. Mis manos se cerraron en puños. "¿Sabes lo que es mejor? Seguir el maldito plan. Pero claro, T/n no sigue las reglas, ¿verdad?"

Ella frunció el ceño, cruzándose de brazos, como si no estuviera en absoluto afectada por mi tono.

"No voy a seguir tus órdenes ciegamente, Malfoy. No eres el rey aquí, aunque te guste pensar que lo eres."

El sonido de su voz cargada de sarcasmo me irritaba aún más. Siempre tenía que desafiarme, siempre. Di un paso más hacia ella, hasta que casi no había espacio entre ambos. El vestuario se sentía sofocante. Mi respiración se volvió pesada, y pude ver cómo su pecho subía y bajaba con rapidez, como si mi cercanía también la afectara.

"No soy tu rey, pero soy tu capitán." Mis palabras fueron bajas, peligrosas. "Y lo que hiciste nos costó el partido."

"¿Y qué?" respondió, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y algo más. Algo que no podía identificar del todo, pero que me hacía querer gritarle y, al mismo tiempo, acercarme aún más. "Siempre piensas que lo sabes todo. Que tienes la respuesta perfecta para todo. Pues no, Draco. No siempre tienes razón."

La intensidad de su mirada me golpeó como un maleficio. Había fuego en esos ojos, uno que siempre me había irritado, pero ahora, en este momento, sentí que ese fuego me quemaba de una manera diferente. Dolía. Y, al mismo tiempo, era hipnótico.

Mi corazón latía con fuerza, mis palabras casi atoradas en mi garganta.

"Tú..." murmuré, acercándome más, sintiendo el calor de su cuerpo a solo centímetros. "No tienes ni idea de lo que dices, ¿verdad?"

Ella no retrocedió. No bajó la mirada. Se quedó ahí, inmóvil, mirándome directamente a los ojos, desafiándome una vez más. El aire entre nosotros se cargó de algo que no supe definir. Tensión. Rabia. Algo más profundo, algo que siempre había estado ahí, enterrado bajo capas de hostilidad.

"Te odio, Malfoy." Sus palabras fueron tan suaves, pero llenas de veneno.

Sonreí con amargura, inclinándome más hacia ella, lo suficiente como para que pudiera sentir mi aliento contra su piel.

"¿De verdad? Porque no lo parece." Mi voz era un susurro, uno lleno de algo más. Algo que no me atrevía a poner en palabras.

Sus ojos se agrandaron por un segundo, y por primera vez, vi una pequeña grieta en su fachada impenetrable. Había algo más ahí, detrás de su desafío, algo que no quería mostrarme. Y, por alguna razón, eso me hizo querer provocarla aún más.

Mi mano se movió, casi sin pensar, rozando su mejilla, apenas un toque, pero suficiente para hacer que su respiración se detuviera.

"¿Qué estás haciendo?" preguntó, su voz apenas un murmullo.

"Demostrándote que no me odias tanto como crees." Mis palabras fueron casi inaudibles, pero cargadas de la misma intensidad que sentía crecer entre nosotros. Mis dedos se deslizaron por su mejilla, hasta su mandíbula, y vi cómo sus labios se entreabrían ligeramente, como si intentara decir algo, pero no pudiera encontrar las palabras.

La tensión era insoportable. Cada respiración se sentía como una batalla, cada mirada como un reto que ninguno de los dos quería perder. Podía sentir mi propio corazón latiendo con fuerza, no por rabia, sino por algo más. Algo que había estado negando durante demasiado tiempo.

"Te odio," repitió, pero esta vez su voz temblaba. No de miedo, sino de algo más.

Me incliné aún más cerca, hasta que nuestras frentes casi se tocaban, mi mano todavía en su mandíbula.

"Entonces haz algo al respecto, T/n." Mi voz era un desafío, uno que sabía que no iba a ignorar.

Podía sentir el calor de su piel, el rápido latir de su pulso bajo mis dedos. Y entonces, en un segundo que se sintió eterno, ella se movió. No hacia atrás. No para apartarme. Sino hacia adelante. Apenas un centímetro, pero suficiente para que nuestros labios casi se rozaran, para que la tensión entre nosotros estallara en algo más intenso, más profundo.

Mis ojos buscaron los suyos, y por un momento, todo quedó en silencio. Solo estábamos nosotros dos, atrapados en este momento cargado de emociones no dichas, de palabras que nunca nos atreveríamos a confesar.

"Dilo otra vez" susurré, apenas audiblemente, mis labios tan cerca de los suyos que podía sentir su aliento contra mi boca.

Ella no respondió. No necesitaba hacerlo. El silencio lo dijo todo.

Nuestros rostros seguían tan cerca que podía sentir el calor de su piel, su respiración entrecortada rozándome los labios. Pero justo cuando pensé que lo inevitable iba a ocurrir, algo cambió. Ella dio un paso atrás, su mirada fija en la mía, aunque con una intensidad que no podía negar.

"No" dijo, casi en un susurro, y sin darme tiempo para responder, se alejó.

Me quedé allí, mirando cómo se marchaba sin mirar atrás. La tensión en el aire persistió, cargada de todo lo que habíamos dejado sin decir.

No sabía qué demonios había pasado, pero algo me decía que este juego de palabras y miradas no había terminado. Solo era una pausa, y la próxima vez, la línea entre el odio y algo más se difuminaría aún más.

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¿Su parte favorita?

Con mucho cariño, 

Slythgirl <3