Aquella casa de verano

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Iván y Rodrigo volvieron a salir quedando los dos frente a frente. Emma soltó un suspiro y salió para que vieran quien quedaba. Ambos se quedaron quietos, pero Emma le disparó a los dos.

-EMPATE- gritó Emma molesta.

Se acercó a donde estaba Rodrigo para ver cómo se encontraba. Rodrigo solo la miraba y le sonrió para hacerle entender que estaba todo bien, y Emma al fijar su vista en él le devolvió la sonrisa. Rodrigo se acercó a ella para besarla frente a los demás, pero esta vez algo en Emma fue diferente. 

Ella solo quedó sorprendida por su acción y en ese momento solo pudo pensar en Iván que estaba atrás de ellos. Se separó de Rodrigo y vio a Iván quién la miraba con unos ojos de decepción y ella se sintió culpable. Sentía que todo era su culpa, ella nunca quiso causar problemas entre ellos.

Iván soltó su arma hacia el suelo y comenzó a caminar hacia fuera del campo con molestia. -no fue una buena idea venir- dijo él mientras todos lo veían. Se sacó el chaleco y dejó todo sobre aquella mesa de madera

Emma volteó a ver a Rodrigo que parecía no importarle las actitudes de Iván.

-¿por qué lo hiciste?- preguntó Emma furiosa, caminando hacia la salida.

-¿te enojaste?- preguntó Rodrigo y Emma evitó mirarlo a la cara.

-yo te entiendo, entiendo lo que sentís por mi y lo que siento por vos, pero la cagaste- dijo Emma triste y enojada por todo lo que estaba pasando. 

-te siguen pasando cosas con Iván- dijo Rodrigo y Emma se dio la vuelta para verlo. -y vos no estas tan enamorado de mi, solo queres joderlo por como se ha portado conmigo- respondió Emma y él se quedó en silenció.

Emma salió de ahí, no quería estar más ahí. 


Emma desde que se fue había perdido contacto en general con la familia buhajeruk. Ellos se habían alejado, pero ella necesitaba volver al lugar donde había empezado todo. Aquella casa de verano, así que tomó un taxi y se fue hasta allá.

Al llegar, sintió como cada uno de los momentos vividos ahí le pegaban en el pecho. Ahí había comenzado todo, el lugar de los inicios, donde se formó una familia, una amistad y una relación que ella creía que sería duradera.

Subió a la casa del árbol y soltó un suspiro mientras observaba el lugar. Ella sabía que quizás no era el mejor lugar para ir, pero sabía que nadie la encontraría ahí y realmente necesitaba estar lejos de todos.

Emma estaba enojada y triste. Muchas cosas pasaban por su cabeza y no quería seguir así, pelea tras pelea, estaba cansada de todo. La lluvia se hizo presente, pero ella no pensaba moverse de ese lugar.

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