❤️🩹 Desde pequeños ❤️🩹

Quédate conmigo

Iván caminaba un poco desorientado por puerto madero, con la furia a tope y ganas de explicar lo que le pasaba a su corazón. Estaba vacío por dentro y aunque él quería engañarse para estar bien, era obvio que no podía hacerlo.

Iván no sabía que le estaba pasando, pero sabía de quien era la culpa y por hacer todo lo que estaba haciendo. Él estaba cayendo en un pozo que no lo dejaba salir para nada. Y él entendía a Emma, entendía la situación, la dejó sola, no volvió a hablar con ella y tiene todo derecho de estar con alguien más. Pero... ¿Era hipócrita al no querer que Emma estuviera con alguien más?

Iván pensaba. "¿Justo con su mejor amigo se tenía que meter? Y él ¿Justo con ella se tenía que meter? Tantas personas en el mundo y ellos se habían elegido mutuamente. 

Iván sabía que él y Emma no eran de pelearse, llevarse la contraria, etc. Pero, antes de "solucionar" las cosas entre ellos, era lo que venía pasando seguido. 

Por otro lado. Emma seguía en la bresh junto a Rodrigo.

-vamos a seguir bailando- decía Emma mientras se tambaleaba. Rodrigo soltó una risa y colocó el brazo de Emma por encima de sus hombros.

-que queres seguir, estas re en pedo- dijo Rodrigo mientras Emma se reía y se zafaba de su agarre.

-¿yo en pedo? para nada loco, mira puedo hacer el cuatro- dijo Emma mientras le mostraba su mano con cuatro dedos. 

Rodrigo soltó una carcajada y negó con la cabeza. -es broma, mira si puedo- siguió diciendo Emma.

Ella intentaba hacer el cuatro, pero no podía mantener el equilibrio, en una de esas casi se cae, pero Rodrigo la agarró.

-¿viste? tomaste mucho, ahora vamos a bañarnos y a dormir un poco- dijo Rodrigo mientras ella negaba.

-vos me queres ver desnuda- dijo Emma y Rodrigo se rio negando con su cabeza, mientras la cargaba como si fuese una princesa.

-gracias- soltó de la nada Emma.

-¿por qué?- preguntó él todo confundido.

-porque sos re lindo conmigo y siempre me cuidas- dijo Emma toda enternecida.

-es lo menos que puedo hacer por vos- dijo Rodrigo sonriéndole. 

-aunque te hagas el lindo, no me vas a ver desnuda- dijo Emma riéndose.

Rodrigo soltó una carcajada y negó con la cabeza.

-para dejarte más tranquila, te bañas mañana cuando estés más consciente- dijo Rodrigo riendo y Emma asintió con su cabeza.

Al llegar al departamento. Rodrigo abrió la puerta de la habitación dejando a Emma sobre la cama, tomó la sabana para dejarla tapada. Cuando Emma vio que se iba, tomó su mano reteniéndolo.

-quédate conmigo- dijo Emma.

-¿estas segura?- preguntó Rodrigo.

Emma asintió con la cabeza moviéndose un poco en la cama para hacerle un espacio a Rodrigo y enseguida él se acostó junto a ella.

Rodrigo se acostó junto a Emma, manteniendo una distancia respetuosa. Emma, aún bajo los efectos del alcohol, se acurrucó cerca de él buscando su calor y compañía.

-gracias por cuidarme- murmuró Emma con voz comnolienta.

Rodrigo sonrió suavemente. -siempre estaré aquí para ti, Emma, descansa ahora- terminó de decir Rodrigo.

Mientras Emma se quedaba dormida, Rodrigo permaneció despierto, reflexionando sobre la situación. Sabía que sus sentimientos por Emma eran profundos, pero también era consciente de la complicada historia que ella compartía con Iván. Se preguntaba si estaba haciendo lo correcto al acercarse tanto a Emma, considerando que Iván es su mejor amigo.

Rodrigo había dicho que no le molestaba estar con Emma, ayudarla a olvidar a Iván, pero ahora... Ahora sentía que sus sentimientos hacia ella se estaban haciendo muchísimo más grandes, sabía que no sería fácil nada de esto.

Al mismo tiempo, en las calles de Puerto Madero, Iván seguía caminando sin rumbo, tratando de aclarar sus pensamientos. La noche avanzaba y el frío se intensificaba, reflejando el vacío que sentía en su interior.

Finalmente, Iván se detuvo frente al río, observando las luces de la ciudad reflejadas en el agua. Tomó una decisión, tenía que apresurar todo lo que estaba haciendo, el plan que estaba llevando y enfrentar la situación de una vez por todas. No podía seguir viviendo con esta angustia y confusión.

Con esta resolución en mente, Iván comenzó a caminar de regreso a su casa, determinado a buscar una solución al conflicto que estaba desgarrando no solo su corazón, sino también una amistad que alguna vez creyó inquebrantable.