❤️🩹 Desde pequeños ❤️🩹

Problema emocional

Dos semanas después 

Emma y Rodrigo habían estado trabajando en su relación, intentando construir algo nuevo juntos. Por otro lado, sorprendentemente, la amistad entre Emma e Iván había mejorado de una manera inesperada y esta vez era en serio. Las tensiones se habían ido. 

Era viernes por la noche, y como de costumbre, los pibes se habían juntado a ranchar. El departamento de Unicornio estaba lleno de risas, música y el aroma de pizzas recién horneadas.

Emma llegó de la mano de Rodrigo, saludando a todos con una sonrisa. Cuando sus ojos se encontraron con los de Iván, hubo un momento de complicidad, una chispa de algo que ambos intentaban ignorar.

La noche avanzaba entre bromas y anécdotas. Emma se encontró varias veces riendo de los chistes de Iván, recordando por qué siempre habían conectado tan bien. Rodrigo, por su parte, observaba la interacción con una mezcla de confusión y preocupación.

-¡vamos a la bresh!- gritó Goncho. Todos estuvieron de acuerdo, la energía que tenían era demasiada.

En la fiesta, la música retumbaba por todas partes. Emma bailaba con Rodrigo, pero inconscientemente no podía evitar buscar a Iván con la mirada. En un momento, sus ojos se encontraron. Iván le sonrió y Emma sintió ese familiar aleteo en el estómago.

Mientras Rodrigo iba por bebidas, Iván se acercó a Emma.

-¿bailamos?- preguntó Iván haciendo que Emma soltara una carcajada. -¿bailar? ¿desde cuándo bailas vos?- dijo Emma riendo. 

-la verdad no lo hago, solo muevo el cuerpo y los brazos intentando ir al ritmo de la música- dijo Iván un poco avergonzado. -sos un pelotudo- dijo Emma de broma y se rio. -bailamos entonces- dijo Emma. 

Iván tomó su mano y  Comenzaron a bailar, y de repente, el mundo a su alrededor pareció desaparecer. Era como si estuvieran en su propia burbuja, donde solo existían ellos dos y la música.

Rodrigo regresó con las bebidas, solo para encontrar a Emma e Iván bailando juntos, perdidos en su propio mundo. Sintió una punzada de celos y preocupación. ¿Había sido ingenuo al pensar que Emma había superado a Iván?

Mientras tanto, en la entrada del club, Catalina, la novia de Iván, acababa de llegar. Había estado ocupada con sus proyectos personales durante semanas y extrañaba a Iván. Pensó en sorprenderlo, pero la sorprendida fue ella cuando vio a Iván bailando tan íntimamente con Emma.

La burbuja de Emma e Iván se rompió cuando la canción terminó. Se miraron, ambos conscientes de que algo había cambiado. Emma fue la primera en alejarse, consciente de que estaba jugando con fuego.

-yo debería ir con Rodrigo- dijo Emma sintiéndose culpable.

Iván asintió, pero antes de que pudiera responder, sintió una mano en su hombro. Se giró para ver a Catalina, su expresión era entre una mezcla de confusión y dolor.

-Catalina.... ¿qué haces aquí?- preguntó Iván sorprendido.

-vine a verte, pero parece que llegué en mal momento- respondió Catalina, su voz era tensa.

Emma, sintiéndose incómoda, se alejó rápidamente, buscando a Rodrigo entre la multitud. Lo encontró en la barra, su expresión era seria.

-Rodri yo...- comenzó Emma, pero Rodrigo la interrumpió. 

-Emma ¿todavía sientes algo por él?- preguntó Rodrigo triste.

Emma se quedó sin palabras. ¿Cómo podía explicar algo que ni ella misma entendía?

Al otro lado del club, Iván intentaba explicarse con Catalina.

-no es lo que parece, Emma y yo solo somos amigos ahora- dijo Iván, pero incluso a sus propios oídos, las palabras sonaban estúpidas.

Catalina lo miró fijamente. -¿estas seguro de eso Iván? porque desde donde yo estaba, parecía mucho más que una amistad- dijo Catalina furiosa.

La noche que había comenzado con tanta alegría ahora estaba llena de tensión y emociones confusas. Emma se debatía entre su creciente relación con Rodrigo y los sentimientos resurgidos por Iván. Iván se encontraba atrapado entre su historia con Emma y su compromiso con Catalina. 

Mientras la música seguía sonando y las luces parpadeaban, los cuatro se encontraban en un problema emocional. La noche en la Bresh, que debería haber sido de diversión y alegría, se había convertido en un campo de batalla de emociones no resueltas y decisiones pendientes.