Bienvenida Emma

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Por otro lado, en argentina, Rodrigo estaba feliz porque hoy era el día en el que Emma viajaba. Desde que Rodrigo conoció a Emma sintió una conexión con ella, y le encantaba hablarle y por eso estaba emocionado de conocerla en persona.


Rodrigo estaba en el aeropuerto esperando a Emma. Él tenía miedo; ya que nunca antes se habían visto y no sabía como podría reaccionar ella, ni cómo actuar con ella. Rodrigo estaba tan metido en su pensamiento que no sintió cuando Emma se tiró encima de él abrazándolo y asustándolo.

-la concha de tu madre- dijo Rodrigo todo exaltado por el susto que le acaba de dar.

-esa es tu forma de darme la bienvenida- contestó Emma indignada.

Rodrigo no podía dejar de verla, para él era mucho más linda en persona. Pudo darse cuenta que era un toque más pequeña que él, tenía el pelo ondulado y lo tenía atado como en las fotos que siempre le mandaba, por eso Rodrigo podía darse cuenta que era porque ella de seguro tenía calor.

-boludo te vas a quedar ahí parado, mira que si queres me voy- dijo Emma haciéndolo negar y soltar una pequeña carcajada. Rodrigo se acercó más a ella y la abrazó. "Mira que ahora no te dejare ir", eran palabras que estaban en la cabeza de Rodrigo, pero que no se animaba a decirlas.

-bienvenida Emma- dijo finalmente Rodrigo.

Rodrigo ayudó a Emma con sus cosas y en lo que iban de camino al departamento de él, Emma iba poniendo música, se le veía toda feliz y emocionada. Al llegar, Emma se fijaba en cada uno de los detalles que había en ese departamento, por lo que Rodrigo le hizo un pequeño tour para que lo viera bien.

-barry es mucho más lindo y adorable que en las fotos- dijo Emma acariciando a barry. -por cierto, está muy lindo este lugar- dijo finalmente Emma.

-bienvenida a tu nueva casa- dijo Rodrigo. -que por cierto, por ser tu primer día acá te voy a preparar la especialidad de la casa- dijo él.

-¿me vas a cocinar capeletinis?- preguntó Emma emocionada.

-si, pero no te acostumbres porque no va a ser así siempre- dijo Rodrigo molestándola.

Emma solo se rio. Esa risa que a Rodrigo le gustaba mucho. Él sabía que no debería estar sintiendo lo que estaba sintiendo, ya que ella le había contado sobre ese chico que le dejó de hablar y de seguro ella buscaría ponerse en contacto con él nuevamente.

Rodrigo caminó hacia la cocina tratando de salir de sus pensamientos y empezar a organizar todo y preparar la comida.

-¿queres que te ayude?- preguntó Emma.

-no te preocupes, sos la invitada especial- dijo Rodrigo con una sonrisa en su rostro.


Después de haber disfrutado de la comida se quedaron limpiando y ordenando todo. Rodrigo ayudó a Emma a ordenar el cuarto donde ella se iba a quedar. Rodrigo estaba por irse de la habitación hasta que Emma lo tomó del brazo.

-¿me queres matar?- preguntó Rodrigo molestándola un poco haciendo que ella se riera.

-no pelotudo, solo que, te quería preguntar ¿si podías dormir acá conmigo? solo por hoy- dijo Emma un poco apenada haciendo que Rodrigo se riera.

-a caso sos como una nena pequeña y necesitas dormir en compañía- dijo Rodrigo molestándola nuevamente.

-basta pelotudo- dijo Emma riendo y acostándose en la cama para que el se acostara junto a ella.

-buenas noches Emma- dijo finalmente Rodrigo.

-Buenas noches Rodri- dijo Emma para voltearse y sentir como el brazo de Rodrigo rodeaba su cintura en un abrazo.

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