Capítulo 24

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Jennie

Pero ¿cómo se le había ocurrido contárselo a mi padre? ¡Ya de paso, podía haberlo anunciado en las noticias!

Le di la espalda y, al salir de la habitación a toda prisa, estuve a punto de chocar con Minnie. Ella me sujetó por los hombros con firmeza.

—Oye, ¿qué pasa?

Me obligué a sonreír.

—Se me había olvidado que tenía que hacer un recado. Lo siento.

Tengo que irme.

—Está bien.

Lo había dicho con una expresión vacilante, pero a la vez preocupada.

Jungkook, que me había estado esperando en el pasillo, echó a andar a mi lado, pero le hice un gesto para que me dejara algo de intimidad para llamar a papá.

Respondió al segundo tono con voz animada. Por supuesto, estaba extasiado ante la perspectiva de volver a ser abuelo.

—Jennie, ¿cómo está mi nieto?

—No se lo digas a nadie, papá. No lo hagas. Júramelo.

Se hizo el silencio al otro lado de la línea.

—¿De qué hablas?

—Sabes perfectamente de qué hablo. Leo y Lily. Ni se te ocurra contarle a nadie lo que te ha revelado Marco.

—Jennie —empezó papá, como si estuviera hablándole a un crío de siete años.

—Lo digo en serio, papá. No quiero que esto salga a la luz. Eres el único que podría extenderlo.

Aceleré el paso, pero el peso añadido en mi vientre terminó por ralentizarme, así que tuve que esperar al ascensor, puesto que bajar por las escaleras quedaba descartado.

—No puedes pretender que me quede de brazos cruzados teniendo información que podría llevar a mi nieto, sangre de mi sangre, a ser segundo. Tú también deberías querer algo así. ¿De verdad quieres que tu hijo sea un simple capitán y que sirva al hijo fruto del incesto y el adulterio?

Apreté los dientes ante aquel insulto. Jungkook me miraba preocupado al bajar en el ascensor hasta el garaje subterráneo.

—Voy para Baltimore. Estaré ahí en un par de horas. Prométemelo.

Papá suspiró.

—Lo prometo. Avisaré a tu madre para que los cocineros vayan preparando la cena.

Colgué.

—Tenemos que ir a Baltimore.

Jungkook frunció el ceño.

—¿A casa de tus padres?

—Sí. Tenemos que salir ahora mismo.

Jungkook me condujo al coche y abrió la puerta por mí.

—Tienes que avisar a Lisa primero.

Me hundí en el asiento del copiloto mientras Jungkook se sentaba al volante. Marqué el número de Lisa, pero oí la señal de que estaba ocupada. Jackson había venido hasta Filadelfia para hablar con Lisa y Marco. Todo el mundo sabía que a Marco no le quedaba mucho. Tal vez Lisa se encontrase en una llamada conjunta con el resto de los segundos y su capo.

—No podemos esperar a que responda. Es urgente.

Jungkook asintió con la cabeza, tenso, y salió del aparcamiento. El tráfico era horrible y mi preocupación aumentaba a cada minuto. Finalmente, Lisa me devolvió la llamada.

Dulce Tentación | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora