Necesitaba hacer este extra. Brooke tuvo su momento, Luke el suyo, Rhett tuvo el estelar de ser un romántico y pedirle matrimonio a Susan, pero Mason, el pobre no había tenido ni una situación romántica, así que, para ser una buena creadora escribí esto.
Espero lo disfruten.
Por cierto, gracias por los 10k de lecturas. Los amo<3
Cambio y fuera:D
Mason.
Decidí salir solo. Como la mayoría del tiempo, no tenía ganas de tener compañía. Tampoco era una salida para divertirme, solo... quería perderme un rato en el alcohol.
Los últimos días habían sido bastante complicados.
Pasaron tres días desde el arrebato de Luke en rehabilitación, y yo no estaba funcionando bien desde que eso pasó.
Sabía que la mayoría del tiempo podía mostrarme un poco frío, pero me importaba. Mucho. Más de lo que el imaginaba, y odiaba no poder hacer nada más que alejarme para ayudarlo. Todos lo odiábamos.
Me tomé un largo trago de mi cerveza y analicé el bar con la mirada. Eran aproximadamente las once de la noche. No había mucha gente. Y por eso había venido. Muy pocas personas frecuentaban ese bar los días de semana por lo lejos que quedaba. Y dado a que era miércoles, no se llenaría demasiado.
Mi mirada se dirigió hacia la puerta en mi recorrido visual. Justo en ese momento alguien entró. Una chica, venía revisando su bolso, lo cual no me permitió ver su cara porque su cabello rubio se la tapaba.
Sacudí la cabeza. Cuando iba a girarme hacia mi cerveza, la rubia se apartó el cabello de la cara y dejó de buscar en su cartera. Si fuera expresivo se me hubiese caído la mandíbula.
No era una chica cualquiera.
Entonces, está vez si la analicé. El cabello, qué siempre llevaba en un moño, le llegaba hasta un poco más abajo de los hombros, pero solo un poco. Su cuerpo, que normalmente siempre estaba cubierto por su uniforme hospitalario, ahora estaba cubierto por unos vaqueros ajustados y un body, también ajustado que daba a resaltar unas curvas de infarto. No iba maquillada, y no lo necesitaba. Su cara era bastante perfecta, lo había pensado desde que la vi por primera vez. Tenía unos labios adecuados a su cara, una nariz pequeña y perfilada, la cual tenía varias pecas a su alrededor, sus ojos eran grandes, sus pestañas largas y rizadas, y sus cejas eran pobladas y alineadas.
Llevaba sus gafas puestas en ese momento, como siempre. Al parecer si le gustaban como para salir a cualquier lado.
Hasta a un bar.
Caminó sobre sus botas con bastante delicadeza y sensualidad, hasta sentarse en un taburete frente a la barra.
En todos los lugares que podría imaginar encontrármela, ese era el que menos me esperaba. Y mucho menos en un día de semana.
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Una Última Oportunidad.
RomanceEl tiempo lo cura todo, o al menos eso dicen, solo qué hay heridas que duran en sanar mas qué otras; sobre todo cuando no es la primera vez que estas son abiertas. Luke Anderson, un corredor que ha salido herido muchas veces en su vida y siempre su...