No quería que ella se fuera, esa era la única verdad, pero no quería volver a verla en peligro, si no fuera por que Sesshomaru estuvo ahí, sacudí mi cabeza para eliminar esa horrorosa imagen de mi mente.
Tenía que hacer que ella se fuera. Pero tenía que esperar a que a Sango se le pasara el coraje, esa mujer era espeluznante. Imagine como si estuviera detrás de mi leyendo mis pensamientos, y se me pusieron los pelos de punta, me pare sobre el árbol buscándola con miedo... ¡fiuf! Solo fue mi imaginación.
Había pasado dos días desde que me había sorprendido con su hiraikotzu, Sango había estado muy molesta últimamente, tal vez era porque no entendía que yo solo pretendía proteger a Kagome.
Aunque pensándolo bien, tal vez había sido muy duro con ella, Kagome a penas y me dirige la palabra desde aquella noche que por ir a buscarme, ella se había perdido pasando por quien sabe cuantas malas experiencias.
Esa noche había quedado marcada como una de las mas terribles de mi vida, esa noche no podía controlar mi desesperación al no encontrarla, ya había peinado el bosque completo pero su aroma se dispersaba por todos lados , solo había un lugar en donde se concentraba mas que en ninguno, mi impotencia creció al darme cuenta que su aroma se mezclaba con su sangre, eso empeoro todo, la idea de que Naraku la tuviera en su poder me hacia sentir mucho peor, pero el hedor de ese mal nacido no se percibía por ningún lado.
Cuando Sesshomaru apareció con ella en brazos, sentí un paro en mi corazón, estaba pálida y olía a sangre, incluso sus extrañas ropas estaban manchadas de sangre, si no hubiera sido por su forzada respiración, habría jurado que estaba muerta.
Volví a sacudir mi cabeza para quitarme esa idea.
A un así no podía comprender que era lo que había pasado, por más cosas que había hecho por ella para protegerla, Kagome nunca me había rechazado, y esa vez... ¡Ahh! cada que lo recordaba sentía que la sangre hirviendo, el recuerdo de Sesshomaru entregándole a Koga el cuerpo inconsciente de Kagome a pesar de que yo estaba ahí... ella me había rechazado.
"No... me... toques..." la había escuchado claramente.
Vino a mi mente la manera en que se aferró a ese maldito de Sesshomaru.
¿Por qué?... como sea, Ojalá se fuera, pensé molesto.
La luna llena brillaba en todo su esplendor, hermosa entre el firmamento... vi de reojo una luz platinada...
Kikyo...
Una serpiente caza almas estaba cerca, ¿acaso Kikyo lo estaba llamando? Como sea el día anterior acababa de verse con ella, y esta noche no tenia ánimos ni cabeza para ir en su búsqueda. Esta vez solo quería volver, después de dos días, seguramente Sango ya se había tranquilizado, incluso tal ves Kagome también lo había hecho. Nunca había pasado tanto tiempo lejos de ella teniéndola tan cerca, normalmente solo nos distanciábamos cuando ella volvía a su época.
Tenía muchas ganas de verla, saber como seguía, camine de vuelta al campamento sin pensarlo dos veces y mientras más cerca estaba sentía como mi estomago se comprimía y a la vez se volvía más pesado, algo no estaba bien, algo pasaba. Percibí el olor de Sango y Miroku, pero el de ella no estaba por ningún lado, ni el de Shippou.
Sango y Miroku dormían cerca de la fogata. Me dio un vuelco en el corazón al ver la tienda donde dormía Kagome desarmada en un costado del campamento y sentí un gran abismo al percibir que su aroma estaba por desaparecer. Seguramente se ha ido.
Seguramente al ver que no volvía decidió irse, eso no me agradó para nada, el que ella pensara que la detestaba o que no la quería cerca, cuando era todo lo contrario.
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Destinos Distintos
FanfictionLa historia se guía a través de Kagome e Inuyasha quienes pasan por una serie de acontecimientos los cuales hacen ver a ambos que la vida no solo los lleva por un solo camino, nuestros protagonistas junto con sus amigos, Sango, Miroku, Shippou y Kog...