Inuyasha y yo permanecimos juntos con nuestros amigos hasta el último momento, Sesshomaru venia a mi de vez en cuando, nadie imaginó que pasaría, ni las desgracias y venturas que pasaríamos, tuvimos momentos muy buenos, divertidos. Pero también los tuvimos fatales, como la vez que Sango sacrificó su hiraikotzu por Miroku, el temor de perderlo no permitió que mantuvieran su orgullos y se comprometieron, en caso de que todo saliera bien, aun así... el peor momento de todos fue cuando Kikyo murió en brazos de Inuyasha, Naraku le había incrustado veneno y yo ayudé a que ella se recuperara, una prueba difícil ya que tuve que pelear con sentimientos fantasmas del pasado, pero pude hacerlo. Hasta que Naraku le dio el golpe final meses después.
Creí que Inuyasha jamás se recuperaría de ese golpe, incluso corrimos un peligro enorme debido a su tristeza con un "príncipe" que utilizaba las tristezas de la sangre como fertilizante, gracias a un amuleto yo fui la única que no cedió ante las espinas, hasta que lo utilice para sacar a Inuyasha de su trance...
Esa noche el volvió a pedirme perdón por todo, no quería que siguiera torturándose por cosas de su pasado, pase a su lado esa noche acariciando sus cabellos plateados y esperando a que se repusiera... a penas y dormí velando su sueño. Fue mi primera discusión son Sesshomaru, mientras Inuyasha dormía en mis piernas, el se presentó y no le agradó lo que vió.
-Veo que debe estar muy cómodo.
-No es nada, solo esta deprimido-no tenia ganas de verlo a la cara, ni de darle explicaciones. El debía entender.
Se acercó a mi y acarició mi mejilla
-Detesto verte llorar-dijo quitando una lágrima del rabillo de mi ojo.
-Lo siento. Pero me duele verlo tan destrozado...
-¿Y crees que decirme eso me hará sentir piedad?-él era un demonio, se que debía de tener paciencia con el y explicarle lo que ahora era nuevo en el gracias a que se había abierto a los sentimientos.
El se había acuclillado frente a mi, levante mi mano y lo acaricié desde su cabeza hasta su cuello deteniendo mi mano ahí. Lo vi a los ojos dolidos y más fríos que nunca. Lo entendí no se que sentiría si fueran las cosas al revés, si Kagura estuviera en su regazo la mataría seguramente... o lo intentaría al menos.
-Tu... ¿sientes algo muy fuerte por mi?-realmente no esperaba que lo respondiera, pero me bastaba con una señal. Alzó una ceja para responder
-¿En verdad estas preguntándome eso?-sonreí, esa era mi señal, su ironía.
-Tengo un fin para ello, tu una vez prohibiste que dijera la palabra muerte, para referirme a mi... ¿por qué?-su expresión se oscureció a una tenebrosa, y frunció el entrecejo.
-Ya te lo dije una vez no puedo mantener la calma ante eso... y se para donde vas, así que no hagas que imagine algo como eso...
-Solo quería que tuvieras una idea de cómo se sentía él. Acaba de perder definitivamente a la mujer de su vida, por segunda vez.
-Haz lo que quieras.
Se había ido muy molesto, no se si por Inuyasha o por lo que le acababa de decir.
No soportaba saber que el estaba molesto conmigo, y el, al parecer tampoco ya que volvió en cuanto Inuyasha se fue.
Inuyasha fue recuperándose poco a poco, con nosotros a su lado, y poco a poco también cambió su idea de convertirse en un demonio real.
Hasta el día que Naraku completó la perla, Sesshomaru se unió a la pelea en el interior de una araña gigante, la cual parecía la perla contaminada de una gran magnitud. Naraku había utilizado su deseo para llevarme con el al interior de Shikon, Inuyasha me rescato y mi deseo de desaparecer la perla funcionó liberando el alma de la sacerdotisa que la había creado, pero por alguna razón, al llegar al pozo, este nos separó y a mi no me permitió volver...
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Destinos Distintos
FanfictionLa historia se guía a través de Kagome e Inuyasha quienes pasan por una serie de acontecimientos los cuales hacen ver a ambos que la vida no solo los lleva por un solo camino, nuestros protagonistas junto con sus amigos, Sango, Miroku, Shippou y Kog...