Capítulo 15. ELLA

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Mi cuerpo no me respondía, era como si algo me estuviera aplastando...

Sentí como la neblina caía sobre mi en cuanto le entregue los fragmentos a Inuyasha.

Mi tiempo se acababa, podía sentirlo... pero ya no me importaba. Él estaba aquí, si no fuera por la situación, estaría segura de que todo saldría bien, pero mi cuerpo me decía que ya no podía más.

Mi deseo de verlo se había cumplido, tenerlo a mi lado al abrir mis ojos y ver su gloriosa presencia, sus cabellos plateados, sus ojos dorados eso era todo lo que había pedido.

Sentir su mano en mi espalda erizó mi piel de pies a cabeza, hasta que hizo algo que me asustó.

Hincó sus filosos dientes en su muñeca hasta que unas gotas resbalaron para caer en mi cuello y mi rostro, ¿que pretendía?, ¿qué debía hacer?, lo vi a los ojos y note una mirada de disculpa en él, y entendí lo que quería que hiciera... dudé pero decidí que confiar en él, era lo mejor... al final de cuentas ya no tenía nada que perder.

Mordí su muñeca extrayendo ese liquido vital, tratando de no pensar en que era realmente, ¿cuál era el propósito de esto?. A pesar de mi debilidad, al sentir ese liquido caliente por mi boca sentí que la vida volvía a mi, pero todo indicaba que solo era mental, ya que en un impulso intente tocarlo y mi cuerpo no me respondió, seguía pesado.

Escuche un alboroto pero al parecer Sango se había encargado de calmarlo.

Enfrenté su mirada un vez más prensándome de su muñeca, el sabor era dulzón y el liquido tan caliente que sentía un ligera quemazón en mi lengua, el liquido resbalaba por mi garganta causando un ardor mas fuerte que llegaba hasta mi espalda y el resto de mi cuerpo, abrí mis ojos por el dolor sin soltar la muñeca y él no hizo por quitarla, cruzamos nuestras miradas, retándonos el uno al otro y todo el concepto cambió.

Me di cuenta de que lo que corría ahora dentro de mi era su liquido vital, ardiendo dentro de mi organismo, como si el se encontrara dentro de mi cuerpo, y su mirada reflejaba mi sentir

"¿Por qué haces esto?"


Mi mente viajo por distintas imágenes deseosas que yo sin querer anhelaba... pero tal vez solo era mi imaginación o lo que yo quería pensar.

En un impulso por acercarme a el tuve la fuerza de levantarme, aun así mis brazos no respondieron, el paso su mano por mi nuca para ayudar a sostenerme hasta que mi cabeza quedo recargada en su pecho.

Cielos... olía tan bien, que podía quedarme todo el tiempo así... de un momento a otro sentí como mi piel comenzaba a estirarse tras un dolor soportable pero seguido de un agradable alivio.

Escuche voces pero no podía entender lo que decían, solté su muñeca al fin, agitada de tantas sensaciones, manchando el manto que cubría mis piernas y parte de mi intimidad superior.

—El veneno permanecerá... cuerpo— esas palabras, ¿quien era?.

Sentí como Sesshomaru se tensaba ante lo que escuchaba y aspiraba tras un sonido extraño proveniente de su garganta, de pronto me sentí entre sus brazos, volví a reunir energía para abrir mis ojos. Miroku, Sango, Shippou, la anciana Kaede, Hakkaku, Ginta, Koga e Inuyasha estaban frente a nosotros, listos para atacarnos. No se que paso pero tuve miedo, miedo de que me alejaran de sus brazos...

—No me sueltes— fue a penas un susurro pero fue suficiente como para que el me abrazara mas a su cuerpo.

Su aroma termino por embriagarme, un aroma único fresco como la noche y dulce a la vez. De pronto sentí el viento golpear mi piel desnuda... ¿dónde estábamos?

Destinos DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora