Capítulo 23:No se puede confiar en él.

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De espaldas, un hombre robusto sirve tres platos mientras los grillos cantan insaciablemente en esta noche calurosa. Tucu está sentado en la mesa con auriculares puestos, tomando mate sin parar. La frente le suda, pero sigue adelante. Sin Porte, él es el único entre sus compañeros que disfruta de esta infusión incluso con altas temperaturas.

Rui, que ha terminado, se gira y dice algo, pero Tucu está absorto en la música, analizando el impacto en internet de RBG esta semana. Las fotos y videos de ovejas en procesión han sido un éxito y el joven se siente orgulloso de su grandiosa idea. De repente, una tapa de botella le golpea en la cabeza, interrumpiendo su concentración. Se toca la zona herida y mira hacia adelante.

—¿Che, por qué?

El hombre señala su oído con expresión de fastidio. Tucu se quita obedientemente los auriculares.

—Te estoy hablando hace cinco minutos. Deja ese termo y vamos a cenar. Limpia la mesa.

Tucu se levanta, murmurando insultos entre dientes, pero obedece. Mientras pasa una franela por la mesa, sigue quejándose en voz baja.

—Siempre soy yo. Decile a la otra que venga también.

—No seas molesto —regaña Rui al apoyar tres vasos.

—Es en serio, un día me voy a ir y van a llorar lágrimas de sangre, ya vas a ver.

—Ajá, claro, no podemos vivir sin ti —dice con ironía y una pequeña sonrisa.

—Por supuesto, soy fundamental.

—¿Para quién? —pregunta Luthie, saliendo del cuarto con una expresión desagradable—. Deberías aprender a ser más humilde.

Él va a contestarle, pero después de mirarla detenidamente, solo chista y sigue en lo suyo.

Las marcas de los dedos del hombre aún eran visibles en el rostro de la mujer. Tras recibir una reprimenda por parte del Tercero, ella tuvo una fuerte discusión con Porte. Ahora, la realidad era que Luthie parecía capaz de matar a cualquiera después de ese día.

El joven no quería convertirse en el sacrificio humano para apaciguar la ira de este demonio de cara bonita. Sabía que no se metería con Rui; por descarte, él sería el único destinado a enfrentar las consecuencias.

De hecho, el hombre solo cumplió una orden del Tercero; no tenía intenciones de golpear a la mujer. Luthie respeta lo suficiente a este neurocientífico como para permitir que tome las medidas que considere necesarias. Le debe demasiado como para enfrentarse por algo que ella misma ocasionó.

Mientras estas personas se disponen a cenar como una pequeña familia, tanto Rubio como Porte están involucrados activamente en la operación Halcón: él se encarga de la logística y ella actúa como infiltrada. Estas cinco personas llevan trabajando en esta operación desde hace bastante tiempo y, como todo en la vida, puede enfrentar contratiempos.

Si otra persona pusiera en riesgo la vida de estos dos individuos, ella misma los habría aniquilado. Por lo tanto, su error, su castigo. Lo merece con justa causa.

Lamentablemente, su pareja no comparte la misma perspectiva, lo que ha llevado la relación entre ambas mujeres a una especie de pausa, marcada por la duda y la tristeza.

Pensando en ello, Luthie siente un fuerte malestar en el estómago. Rui deja los platos a un lado y se acomoda, mientras Tucu mira los fideos con salsa y albóndigas, relamiéndose los labios.

El vapor se abre camino golpeando la cara del joven, al mismo tiempo, la mujer suspira y toma el tenedor. El muchacho clava los dientes en la redonda carne; la comida recién salida de la olla está jugosa y sabrosa, pero terriblemente caliente. Después de masticar un par de veces, el joven traga y grita con emoción.

S.E.L "Unión en la Oscuridad" / En corrección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora