15 Una verdad o varias

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Es el tercer día y la competencia es reñida, cada vez quedan menos concursantes y es la última etapa de filtro, antes de competir fuerte para entrar en cuartos de final, luego en semi y en la final.

—Pero que gran equipo hacen las chicas de la panadería "Diosas griegas" y que fabulosa performance nos han regalado. Debo decirte Katy —dice uno los conductores a su compañera en el canal—, que estás dos concursantes, son unas de las favoritas por la tribuna y algunos jueces.

—Rick, que nos puedes decir de ellas.

—Tenemos a Olivia, que es hija de la Cheff Pauline, quién tiene un pequeño restaurante justo al frente de la panadería, y está casada con Juliana quién es arquitecta de aquella localidad, luego tenemos a Artemisa quién es la dueña de la panadería familiar que les dejó su difunta madre a ella y su pequeña hermana, Persephone. Al parecer ambas se conocen por ser vecinas desde muy niñas y hoy, mi estimada, Katy, nos están regalando todo el conocimiento de lo que han aprendido en estos años, cada una en su rubro. Cabe destacar que, Olivia, ha sido becada en alta cocina y pastelería en Francia por un año, creo que la academia debería reveer esa beca y extenderla, por que tenemos ante nosotros una promesa de la pastelería.

—Gracias Rick, ahora pasemos a...

Lou ve la competencia por YouTube y no le habla a Persi más que un hola y chau seco. Pero ella ve algo que no puede negar, Artemisa se ve radiante y feliz, por primera vez ella la ve así, y podría decir que desde que Olivia trabaja con ellas que ha estado viendo ese cambio gradual, por un lado le alegra verla así, pero por otro la entristece no ser el motivo o quién haya motivado que ella esté así.

—Tu hermana se ve feliz —se apoya en el marco de la puerta de brazos cruzados mientras la otra castaña hornea.

—Sí —voltea a ver cuándo termina de meter una tanda de cupcakes al horno— ¿Ya no estás enojada conmigo?

—Estoy triste, Persi —suspirav, de verdad me gusta mucho, pero mira como se ven vle muestra una parte dónde las enfocan y ambas se miran con amor—, jamás podría competir contra eso, contra ese amor que ella puede darle —mira su teléfono, acaricia el rostro de Arte y lo bloquea para guardarlo—. Dime la verdad ¿Ha pasado algo más entre ellas? —Persi suspira mientras revuelve la mezcla de las galletas, y luego la mira.

—Están saliendo —la rubia traga despacio y aparta la mirada, asintiendo frunciendo los labios.

—Bien, era una posibilidad, se ven con amor. Yo —la mira— voy a renunciar en cuánto ellas vuelvan.

—Pero Lou...

—Me alegro por su felicidad y relación, pero no me alegro tanto como para ver a le persona de la cual llevo enamorada un tiempo en los brazos de otra. No soy masoquista y tener que ver eso a diario me rompería el corazón, simplemente no puedo —Persi deja caer los hombros—. Solo me quedo para no dejarte sola con todo.

—Lo lamento Lou, no quería lastimarte. Yo solo quise salvar esto —señala toda la cocina—, nos los dejó mamá, y Arte cree que no lo sé que está tapada en deudas.

—Quizás inconscientemente querías que Olivia se quedara con ella y no te culpo al parecer la hace muy feliz —un cliente toca el timbre—. Debo ir a atender.

Lou se marcha y Persi con bastante culpa sigue horneando, la ve y no sabe que decirle así que mejor no le dice nada, porque una parte de ella si se alegra de que su hermana esté con Olivia, su mejor amiga le ha devuelto el brillo a los ojos.

Sigue viendo en la tablet que tiene en la cocina la transmisión en vivo del concurso, que termina con su hermana y cuñada que se meten en la semi final.

En el estudio de grabación los equipos de semi finalistas son invitados a cenar esa noche, para festejar fuera del foco se las cámaras y tener un noche más divertida.

—¿Quieres que vamos con ellos a festejar luego de la cena o prefieres otra cosa? —le pregunta la castaña a la de ojos verdes mientras entrelaza sus manos.

—¿Qué planes tienes?

—Sé que hemos estado rodeadas de demasiadas cosas dulces, pero descubrí en instagram un lugar aquí cerca que ofrece las mejores porciones de postres y quizás...

—Sí, aparte creo que ya me han agotado las ideas de todo, y necesito probar algo dulce que no sea bajo presión.

Sonríen paran para besarse y luego se escabullen del bullicio del grupo desapareciendo, mientras corren un poco riendo tomadas de las manos. Llegan al local y se sientan para ordenar dos porciones pequeñas de 4 variedades de postres. Cada una le da de probar a la otra de su porción y se la toman con un café de por medio.

—¿Puede ser catalogado como cita?

—Esto entra definitivamente en el rótulo de cita —Arte traga y sonríe.

—Yo invito esta —Olivia niega con la boca llena.

—No, yo te dije de este lugar. Elige el tuyo, no te lo haré fácil, Valentia.

Su novia sonríe y asiente, tanto por hacer en tan poco tiempo.

Llegan al hotel más que llenas y suben a la habitación, y es Oli quién se acurruca sobre el pecho de Artemisa mientras ven recetas en Pinterest de cosas dulces, y recibe los mimos en la espalda.

—Te amo —le dice Artemisa de repente—. No quiero que pienses que lo dije hace unos días y que fue algo del momento, quiero que tengas la certeza de que te amo —Olivia la mira.

—Yo también te amo, Arte. Y sé que me amas, tengo la certeza de que lo haces, no me caben dudas. No dejas que cualquiera use el diminutivo de tu nombre, no dejas que cualquiera se te acerque, ni permites el contacto físico de cualquiera, entonces sé que me amas, por la manera que me permites llegar a ti y amarte.

La besa y vuelve a acostarse a su lado, pone la alarma y el teléfono a cargar, para dormir, el descanso les servirá a ambas para la última etapa de la competencia mañana.

Se levantan temprano como cada día y se colocan el uniforme que las representa con su remera del color característico de ambas, verde oliva, el logo de panadería y el delantal que les dio la producción, blanco con orillas negras y el nombre de cada una bordado.

—¿Lista? —le pregunta la de ojos verdes acercándose bastante a ella.

—Lista —la termina de acercar con un beso.

Al bajar ven en la tribuna, a la familia de Olivia, sus mamás y sus hermanos, a Persi y Ambrose con su familia, y la sonrisa en la cara de Artemisa se borra al ver a su padre.

—¿Qué carajo hace él aquí?

—¿Quién? —pregunta Olivia.

—Mi padre.

Efectivamente ahí está el hombre, tiene el mismo cabello castaño que sus hijas, solo que el suyo tiene ondas y una barba algo larga y canosa que adorna su rostro, se ve mucho mejor que en el pasado, Olivia se atreve a pensar que quizás vaya al gimnasio, hace años que no ve a sus hijas, bueno a Artemisa, ya que Persi retomó contacto con él hace no mucho.

«Tenía que venir y aparecer justo ahora, suegrito. En la semifinal de la competencia».

Les dan la consigna final, pero Artemisa se nota desconcentrada, no deja de mirar a la tribuna y fruncir el ceño, tanto es su desconcentración que tropieza y la mezcla que tenía en las manos cae al suelo, se mancha ella, el suelo y Olivia.

—¿Qué pasó? —la mira agachándose a su lado.

—No puedo hacerlo —le dice sintiéndose derrotada, quizás esto es todo, quizás ya no puede más.

Los sabores del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora