Uno no decide de quién se enamora

Capitulo 40

-Clarice, no olvides tu botella de agua-

El día ha comenzado para la familia con el bullicio habitual.
Han pasado dos años desde que se establecieron en Wolf Trap y pronto lograron implementar una rutina para el devenir de la vida diaria.

Will sujeta las manos de su hijo ayudándole a dar un recorrido por la sala mientras Hannibal prepara el almuerzo.

Aún puede recordar las noches de insomnio que sufrieron cuando Adam despertaba en la madrugada, teniendo que disuadir a Clarice para que volviera a dormir por más que quisiera cuidar de su hermano.

Ahora con su horario de sueño establecido, también ellos recuperaron la energía.

-¡Gracias papá! Eres el mejor-

La pequeña menciona en el momento que Hannibal le entrega el almuerzo junto a su bebida.

El mayor no podría soportar escucharle decir una segunda vez que tomó agua de una botella ajena ya que había olvidado la suya en casa.

-Will-

Acercándose a donde está su compañero le extiende de igual manera sus respectivos alimentos y un termo de café.

La escena, por más que sea cotidiana, logra que el corazón del Omega de un vuelco. Adam es la viva imagen de su padre y verlos juntos le genera un placer indescriptible.

El menor sonríe cuando se acerca, entregando a cambio al pequeño quien ríe con suavidad al sentir que lo levantan del suelo.

-Gracias, Hanni-

Acercándose a su pareja comparten un cálido beso antes de avanzar a la salida.

-Vamos Clarice, despídete de papá-

Una vez cierran la puerta la casa vuelve a sumirse en un completo silencio.

-Bueno, parece que tenemos toda la tarde para nosotros-

Menciona al pequeño quien lo observa con detenimiento, correspondiendo a la sonrisa que esboza su padre.

•

Una de las etapas que más disfrutó con Clarice fue poder guiarla en su primer acercamiento con el mundo.
Mostrarle texturas, aromas y formas que le ayudaron a entender la belleza de lo que le rodea, así como las precauciones a tomar con los objetos peligrosos.

Ahora con Adam puede revivir esos momentos por segunda vez.

-Hoy vamos a explorar algunos objetos interesantes-

Sentando al pequeño en su silla junto a la mesa acerca una canasta con algunos objetos que el día de ayer Will y Clarice recogieron del exterior, mismos que después fueron limpiados con detenimiento.

Empezando con una hoja rugosa y gruesa, se la entrega al pequeño quien la sujeta con entusiasmo.
La fuerza de sus manos logra hacer que la hoja se rompa en pequeños pedazos, generando una mueca de sorpresa en el rostro del bebé ante el sonido.

-¿Te gusta? Ahora ten esto-

Acerca a él una pequeña piedra lisa.

-Frío-

El cambio provoca que los ojos de Adam se abran con curiosidad, frotando el objeto en sus delgadas manos.

-¿Sientes la diferencia?-