Uno no decide de quién se enamora

Capitulo 18

Debe salir para tomar aire.

Ningún vecino se encuentra realmente interesado en verlo después de pasar gran parte de las últimas semanas irrumpiendo en la propiedad.

El polvo ha comenzado a acumularse en la pulcra entrada y algo le hace querer limpiarlo. Sabe que al propietario no le gustaría ver su hogar en condiciones tan deplorables.

Pero él ya no está ahí.
Y posiblemente no regrese jamás.

Ha revisado cada rincón en busca de alguna señal sobre su paradero, volviendo inclusive la visita rutinaria.

Hannibal se ha ido, pero su presencia sigue ahí, en cada habitación, en ninguna a la vez.
Desconoce en qué momento dejará de ser así, esperando no tener que presenciarlo.

-¿Will?-

Una voz femenina atrae su atención así como el aroma proveniente de ella, desde que sus feromonas Alfa se han vuelto más estables le es indiferente percibir cualquier otro aroma a como lo era antes.
O al menos supone que es gracias a ello.

-¿Qué estás haciendo aquí?-

Avanza de vuelta a la casa cerrando la puerta antes de acercarse a su compañera. Las investigaciones cesaron hace mucho y no sabe en qué momento el edificio será clausurado.

-Supongo que venía en tu búsqueda-

-Buena suposición-

Desde que las sospechas hacia Hannibal resultaron ser ciertas la Alfa se volvió más precavida, desconfiando incluso de su sombra, y Will no soporta vislumbrar la culpa en sus ojos cada que se encuentran.

-¿Qué estás haciendo tú aquí?-

-Visito… a un viejo amigo-

Amigo. Es posible que nadie crea eso, nisiquiera él.

-Will…-

Suspira dejando que su aliento se integre en el ambiente como una nube.

Ha entrado el otoño y con ello la sensación de nostalgia.

- No permitas que la empatía te mantenga atado a los engaños de Lecter…- 

-¿Ahora es Lecter?-

Ahogando una risa irónica se cruza de brazos tratando de eliminar el frío repentino del ambiente.

-¿No te sientes tentado a olvidar?-

-No, no quiero olvidar-

Silencio. Cada día las conversaciones se vuelven más incómodas. Nadie entiende porqué Will sigue empeñado en mantener a Hannibal dentro de su corazón a pesar de la evidencia mostrada.

-Despues de todo lo que ha hecho…¿aun puedes ignorar lo peor de él?-

-Hablamos después Alana, debo volver a la Academia-

Esta vez no miente. Aún después del incidente conserva su empleo.
Los superiores jamás encontraron pruebas que lo implicaran como cómplice, de manera que después de sobrevivir a un examen psicológico pudo volver a sus labores.

Sintonizando la radio de su camioneta pasa las estaciones con poca emoción, tan solo buscando en que distraer su mente.

Debe estacionarse a mitad de la carretera, desatando la furia de los autos que le anteceden.
Subiendo el volumen escucha una melodía conocida. Ópera.