Capitulo 39

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Siempre deseo haber estado con Hannibal en el primer trimestre de su embarazo. Acompañarlo en los cambios hormonales, cuidarlo y cumplir sus antojos.

No obstante, jamás imaginó lo cansado que sería.

[Segundo mes de embarazo]

El centro comercial se encuentra abarrotado de gente mientras Hannibal y Will caminan juntos, observando las tiendas.
Decidieron aprovechar el tiempo mientras Clarice se encuentra en clases, asistiendo sorpresivamente a un lugar donde jamás imaginó que Hannibal quisiera ir.

-¿Te apetece algo dulce?-

Habla en voz baja cerca de su rostro al notar como los ojos del mayor se posan con creciente interés en los escaparates de aquella chocolatería.

Hannibal le devuelve una media sonrisa, liberando un suave aroma con coquetería.

-Quizás algo más... Sustancioso-

Vuelve su vista al establecimiento.
Will la sigue, conteniendo el aliento al notar que más allá de los escaparates hay un hombre absorto en la elección de los sofisticados dulces.

-Hannibal ¿Es enserio?-

No hace falta que le responda al ver como su mirada se ilumina con el mismo brillo que tuvo cuando mezcló pepinillos en vinagre con mermelada de durazno.

Suspirando Will sabe que no tiene otra opción más que cumplir su deseo.

-Entiendo, lo haré-


El sol de la tarde ilumina suavemente el edificio en el momento que se estacionan afuera de la escuela.
Clarice corre alegremente hacia ellos mientras la mochila se balancea ruidosamente en su espalda.

-¡Papá!-

Menciona emocionada al verlo bajar del auto para recibirla.

-Hola princesa-

Abriendo la puerta trasera espera a que entre y abroche su cinturón antes de cerrar y regresar a su asiento.

-Hola Papi-

Will la ve desde el retrovisor correspondiendo a su radiante sonrisa antes de encender el auto.

-Hola cariño ¿Cómo te fue hoy?-

-¡Fue increíble! Aprendimos sobre el ciclo del agua con un experimento y en clase de arte dibujé a Mefistófeles y Lily…-

La pequeña continúa narrando los detalles de su día con la suficiente energía para envolverlos a ambos en su relato, llenando el auto con risas y comentarios animados.

A simple vista pareciera una familia normal, pese a ello, si alguien abriera el maletero su perspectiva cambiaría al instante.



Aquella noche la cena fue preparada con meticulosidad mientras Will salía a dar una caminata nocturna. Con una pala.

Por más que deseara un tartar de corazón, Hannibal ha decidido preparar un guiso al no permitirse por el momento consumir carne cruda.

Uno no decide de quién se enamora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora