Capitulo 34

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La noche los arropa con el armonioso canto de los animales nocturnos. Ambos hombres duermen plácidamente uno al lado del otro, con sueños tranquilos, sin permitir que las adversidades del día perturben su viaje en el reino de morfeo.

Pero la tecnología no tiene la misma idea de descanso.
Un zumbido en la mesa de noche hace que los párpados de Will se abran con pereza, sujetando por acto reflejo el dispositivo para leer el mensaje.

Solo hasta que la pantalla blanca ilumina con molestia sus ojos, es cuando cae en consciencia de que solo una persona tiene ese número.

“Llamame lo antes posible.
Es importante”

Con movimientos suaves y cautelosos se incorpora, evitando el crujido del suelo conforme avanza a la puerta.
Varias veces en su trayecto dirige la vista a su compañero, aliviado en el momento que sale y él continúa dormido.

Una vez llega a la sala, sus manos sujetan el dispositivo con duda, mientras un nudo se forma en su estómago.

Sabe que cualquier comunicación directa  implica un alto riesgo de ser rastreados, pero conoce a Beverly, quién en todos esos años jamás le había pedido ayuda.

Suspirando desbloquea el teléfono marcando el número en la pantalla. Promete ser rápido y colgar si no es algo importante.

El teléfono timbra tres veces antes de que una voz responda desde la otra línea.

-Gracias a Dios que llamaste-

-Bev, no tengo mucho tiempo. ¿Qué sucede?-

Susurrando mira hacia la escalera, asegurándose de no ser escuchado.
Sería muy difícil explicar a Clarice porque le llaman tan tarde del trabajo.

-Tenemos un nuevo caso, no podemos solos. Este sujeto asesina a familias completas-

La voz de la Omega disminuye, intentando controlar la frustración que siente en ese momento.

-Te necesitamos aquí o esta masacre no se detendrá-

Sin dejarlo contestar la chica habla y Will puede percibir en sus palabras la firmeza de su nuevo cargo.
Casi como escuchar a Jack Crawford.

-Beverly, sabes bien que están buscando a Hannibal. Si hago ese viaje podrían encontrarnos- 

El sonido de una pluma golpeando el escritorio mientras la agente reflexiona hace que Will tenga ganas de colgar.

-Lo sé. Hablé con mis superiores, si nos ayudas con el caso podremos devolverte tu puesto en la Academia y exonerar de sus crímenes pasados a Hannibal Lecter-

Ambos guardan silencio.
Un sudor frío recorre el cuerpo del agente, con asombro y terror ante la inesperada oferta.

Cualquier rastro de somnolencia se ha esfumado, mientras repite en su cabeza las palabras de Beverly intentando encontrar alguna trampa.

Últimamente no ha tenido tiempo de revisar las publicaciones del TatlleCrime para asegurarse de que está diciendo la verdad.
Y una gran parte de él realmente quiere que lo sea.

-Debo hablarlo con Hannibal…-

Puede sentir como Beverly recobra la energía a pesar de no verla directamente.

Uno no decide de quién se enamora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora