Capitulo 37

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Varios días han pasado desde el atentado en el Museo.

Después de regresar a Quantico, Hannibal entabló una conversación privada con Will en la oficina de Beverly, mientras ella se encargaba de pedir las cámaras del museo y los chicos cuidaban a Clarice.


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-Se hizo con cuidado y limpiamente. No fue obra de un niño-

Le entrega a Hannibal la fotografía de la marca en el árbol antes de cruzar los brazos.

-Es un carácter chino que significa "tu turno" una expresión que a veces se utiliza en el juego-

El mayor responde, devolviendo la fotografía al pizarrón de madera, procurando que quede junto a las fotografías de las familias asesinadas.

-También aparece en una ficha de Mahjong, representa al dragón rojo-

Will responde con seriedad en su voz. Todo su cuerpo está tenso.
Jamás imaginó que su familia podría estar expuesta como cualquier otra.

-Igual que en la pintura, Hannibal tú…-

-El dragón de Blake está de pie frente a una mujer suplicante y atrapada en su cola enroscada-

Lo interrumpe, acercándose a su pareja conforme pronuncia sus palabras.

-Me gusta este Dragon, Will. Debe ser fascinante el poder observar al mundo desde su niebla roja-

Un escalofrío recorre la espalda del menor al ver aquella expresión en su compañero. La satisfacción que le provoca contemplar de cerca el caos.

-El hombre que mató a las familias vió algo en ellos que le atrajo y le empujó a hacerlo. Los eligió-

Recordando el modo en que Hannibal lo guió antes con el caso de los Hobbs, trata de discernir el mensaje oculto en sus palabras.

-Hannibal, tú sabes algo más. De otra forma no habrías ido al museo-

Una breve inclinación en la comisura de su boca le indica a Will que está en lo correcto.

-Lo llamé. Quería conocerme-

El rostro perplejo del menor se combina con sorpresa y turbación. Hannibal saca de su bolsillo la nota para que Will pueda tomarla.

-¿Por qué no me dijiste nada?-

Agitando el papel la voz de Will se alza con molestia.

-Debíamos conocer sus patrones de comportamiento antes de tender la trampa. Si te lo decía no habrías logrado concentrarte-

Conservando la calma Hannibal recibe los reproches, mientras el aroma a madera quemada inunda la habitación.

-¿De qué estás hablando?-

Un sudor frío recorre por segunda ocasión la espalda del Alfa, intuyendo que la conversación irá empeorando.

-El Dragón va adquiriendo fuerza con las familias, pero solo hasta que me engulla podrá transformarse en algo más grande-

Will palidece con cada palabra, deseando que jamás las hubiera pronunciado.

Uno no decide de quién se enamora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora