Renacer el Amor

EPILOGO

James me sostuvo la mano, no podía creer que al fin habíamos dado el sí, en aquella hermosa capilla, no quería nada ostentoso, fue lindo y discreto para los curiosos, me complació y me sentí tan especial que lo hiciera, solo nuestros amigos, y aunque no tenía buena relación con mis padres, estaban al fondo de la iglesia.

Fue un revuelo a los días de que la presan se enteró, aún no sabemos quién pudo infiltrar la noticia, Simone Bazar y su gemela, eso fue una locura, nadie sabía casi de mí, o más bien no se acodaban, yo en un triángulo amoroso, firmar siendo Simone, y luego solicitar tramite de matrimonio siendo perla, aumento el acoso en todas partes, donde ponían mi nombre amarillista de que me había metido en la relación con mi hermana, y ahora mi esposo, la engaño, pero fue a mi quien me acusaron.

El apoyo de mis amigos, aclarando algo que no deben, la situación de mi bebe, todo era complicado, y no niego que tuve un ataque de ansiedad por todo este mal.

James tuvo que aplacarlo toda la sarta de tonterías, pero después descubrimos que todo tenía que ver con Anthenia, quería arruinar mi salud, mi matrimonio y claro meterse con mi hija fue lo que hizo que James tomara cartas sobre el asunto.

La familia de ella quedo mal parada al sacar a la luz negocios turbios, la presión de la misma prensa los hizo desaparecer del país, y eso nos dio tiempo de alejarnos de todo.

Mi ahora esposo, había decidió que era tiempo de dar un viaje a nuestra luna de miel suspendida, dejar a Luisa con Antonia me costó trabajo, confiaba en ella, pero me dio pesar Jordán tener a dos pequeños de una semana de diferencia, ante los celos de Jessica que deseaba cuidarla y así torturar a James con su hijo.

—Estoy algo nerviosa, no sé si será bueno ya sabes vernos.

—Después de todo te debe una explicación, es lo menos para que sigamos, ve el lado positivo, te quedaste conmigo—este hombre que engreído es. —Porque esa cara.

—Que presumido eres, si, tienes razón, pero, aun así, sé que ella hizo su vida, y no miro hacia atrás, de todos modos, merezco una explicación, no lo crees.

Al primero que vi fue a Luis su cara de sorprendido al vernos, le pedimos si podíamos entrar, lo cual no se negó, mi hermana, tan diferente a como la creí. Vestía un vestido sencillo y se notaba su vientre, no solo eso, había dos niños, no pasaba del tiempo que estuve con James.

Tal vez ese era el motivo del cual se había ido, estuvo con Luis, la persona que realmente quería, y había un pequeño que tenía menos de un año, y él bebe que espera.

Me sonrió, pero a la vez había tristeza y claro remordimiento.

—Perla yo.

—No digas nada ahorita, que te parece si empezamos por un abrazo y luego aclaramos lo otro.

Si tal vez empezar por el principio y como se avergonzaba al ver a James, sobretodo abrió más sus ojos al ver cómo me sostenía la mano y mostrando aquel hermoso anillo, sabía que estábamos juntos.

Y cuando pregunte porque, ella solo respondió que estaba enamorada de Luis desde muy chica, intento olvidar ese amor, pero no pudo y no quiso lastimar a James, se justificó que al ser un hombre un poco más grande que ella comprendería que tal vez esto lo superaría, que no era tan grande, pero no pensó que nuestro padre me pondría en su lugar.

Quise abrazarla cuando se soltó a llorar, pero también recordé todo lo que pasé, no era rencor, solo ese sentimiento de dolor.

Sané, pero también empecé a confiar, y aun trabajo en ello, después de todo no podía odiar a mi hermana, era mi sangre.