21. Libres

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Todas las mentiras habían quedado descubiertas ante la pelirroja. Juanjo le había ofrecido un cubata para que asentase el golpe antes de que los tres implicados comenzasen a contarle la verdad, Sofía y Juanjo lo intentaron, pero finalmente fue Martin quién tuvo que contar gran parte de la historia porque los maños no estaban en condiciones después de estar todo el día bebiendo. Ruslana se mantuvo callada sin si quiera dar ninguna observación, seguía sin dar crédito a lo que escuchaban sus oídos. Si la historia que se había montado en su cabeza ya de por sí era bizarra, la que estaba escuchando relatar a Martin lo era aún más. Se sentía dolida por las mentiras que habían rodeado a su amistad, no solo con Martin sino con los dos maños, especialmente con Sofía. Haberse tenido que tragar sus sentimientos porque pensaba que estaba en una relación idílica con Juanjo y ahora descubrir la verdad no era fácil de asimilar. Se sentía especialmente estúpida.

—¿Quién más lo sabe?

—Álvaro y Denna—contestó Sofía y Ruslana se giró indignada.

—¿En serio? —preguntó Martin quién de eso tampoco tenía ni idea. Ahora podía llegar a entender todos los comentarios extraños y bromas internas que había tenido Álvaro nada más conocerle.

—Álvaro pilló a Sofía en una situación comprometida nada más salir de la academia con un chico... —soltó Juanjo sin filtro sin poder contener una risilla nerviosa tras recordar aquel incidente.

—No hubo más opción que decírselo—le apoyó Sofía, pero Ruslana seguía esperando la otra explicación y la maña se había quedado perdida observando una de las ondas de su cabello.

—Aprovechando que Álvaro ya lo sabía, lo tuve como mi confesor de fechorías—se giró para mirar directamente a Martin— Cuando nos liamos en Bilbao se lo conté y el muy cabrón terminó largándoselo a Denna.

—Madre mía... ¿hay alguien que no lo sepa? —respondió el vasco soltando una risa nerviosa, la situación era cada vez más grande si tantas personas lo sabían y en consecuencia había más posibilidades de que todo se fuese a la mierda. Sintió un poco de pánico ante el solo pensamiento, especialmente después de haber catado de primera mano todo el hate.

—Denna no dirá nada, tranquilo—le respondió Sofía.

—Totalmente, cuando lo hablé con ella me dijo que se olía algo raro entre nosotros, que no parecía que estuviésemos juntos—le alentó Juanjo mientras tomaba de la mano a la maña y le daba un beso en el dorso—No entiendo por qué—y a continuación ambos se rieron.

Ruslana y Martin intercambiaron miradas, les estaba comenzando a exasperar un poco el hecho de que ambos estuviesen como cubas y se lo tomasen todo a broma.

—Estoy flipando, ¿y tú? —dijo mirando a Martin.

—Me lo terminó contando Juanjo cuando estuve a punto de contarle a Sofía en mitad de la calle lo hijo de puta que era y que no se lo merecía. Yo también me sentí fatal cuando me enteré...—respondió recordando la impotencia que había sentido en aquel momento y empatizó con la pelirroja, quien durante esta semana por su culpa se había encontrado en una situación similar.

—Que divertido fue ver a Juanjo corretear hacia ti, estaba segura de que nunca lo había visto tan enfadado—intervino Sofía sin poder contener las carcajadas y el maño volteó para mirarle mal, recordando también las sensaciones que había vivido aquel día.

—Sí, tú mucha risa y mientras yo cargando el peso de la relación—se quejó el susodicho.

—Eres un cascarrabias, ni si quiera había gente alrededor.

—¿Y no me lo dijiste? —le preguntó Ruslana al vasco haciendo caso omiso de la conversación de los otros dos.

—Rus, no es algo que me pertenecía a mí contar. Cuando no pude más con la presión, te conté lo único que podía sin comprometerlos a ellos, bueno demasiado. No debería haberte dicho lo de Bilbao...

Lo que no ves de mí - JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora