7. Tensiones y desenfreno

2.2K 117 17
                                    

Sofía hizo el intento de quitarle la camiseta, pero ese gesto fue un choque de realidad para Juanjo y se separó de ella quedando a la otra punta de la habitación como si hubiese sido arrastrado por una fuerza mayor. La chica lo miró desconcertada en un primer momento y luego su rostro comenzó a entender lo que estaba sucediendo.

-Sofía no puedo... Lo siento, no tendría que haber hecho eso-balbuceó el maño arrepentido mientras se apoyaba en la pared del cuarto y se dejaba caer lentamente hasta que quedó sentado en el suelo y se hizo una bolita para esconder la cabeza entre sus piernas. -Después de lo que me has dicho esta noche... No debería haberlo hecho de verdad que me siento un gilipollas, venía cabreado y no lo he pensado.

-Juanjo déjalo, no pasa nada. Lo entiendo. Sé que te ha descolocado y por eso me daba tanto miedo decírtelo, pero mejor dejar las cosas claras entre nosotros para que no nos hagamos daño.

-Tienes toda la razón, Sofi. Y por eso quería sincerarme contigo, antes no he tenido el valor pero allá va... Me he acostado con Martin un par de veces-soltó esto último del tirón porque no se veía con fuerzas de decirlo de otra manera.

Observó el rostro de la morena quien hizo una mueca y luego sonrió tristemente con un semblante de aceptación.

-Joder Juanjo, al menos podrías no sé haberlo hecho con alguien no tan cercano a nuestro círculo, ya sabes lo que acordamos.

-Pf, lo sé. La primera vez fue cuando fui a Bilbao, pensaba que nunca más iba a volver a verlo y a las semanas me lo encontré en Madrid... Fue justo el día de antes de verle en el estudio, no tenía ni idea de que iba a ser el bailarín que cubriría a Leire. Vamos si lo hubiese sabido ni se me habría pasado por la cabeza. De todas formas fue algo casual, no volverá a pasar.

Sofía se acercó a él y se sentó en frente suyo para acariciarle la mejilla delicadamente.

-Al final va a ser verdad que todos estáis loquitos por el vasco-dijo tratando de sonreír.

Juanjo negó con la cabeza mientras le devolvía la sonrisa.

-Ni de coña Sofi. Fue solo sexo y además el otro día me habló fatal sin venir a cuento ni nada y no me quiere ver, que no es que me importe ni nada pero no quería generar una situación tensa o con mal rollo, pero ha salido rana que se le va a hacer.

-Bueno quizás así es más fácil todo.

Juanjo asintió y abrazó a la chica.

-Jo Sofi, te quiero mucho de verdad. Siempre eres tan buena conmigo.

-Y yo a ti mi maño, y no pienses que lo que te dije esta tarde va a afectar en nuestra relación, sabes que puedes seguir contando conmigo para lo que necesites y espero poder tener la misma suerte.

-Pues claro boba-dijo Juanjo estrechándole más fuerte-pero no quiero que las cosas se vuelvan tensas entre nosotros... Si alguna vez te sientes incómoda por mi culpa por favor dímelo.

Ella asintió y depositó un beso en su frente.

-Igual necesito tomar un poco de distancia durante unos días, pero ya verás como en un par de días se me ha pasado la tontería -dice riendo y eso hace sonreír al maño quien tras esta conversación notó como la opresión de su pecho descendía considerablemente.- Solo prométeme que serás cuidadoso con todo.

-Lo soy, lo seré. Lo último que quiero es joderlo todo.

* * *


Martin se encontraba de pie mirando su armario con las puertas abiertas. Sus manos movían con rapidez las perchas descolgando algunas prendas y lanzándolas sobre la cama. Llevaba al menos media hora tratando de decidir qué iba a ponerse, pero nada de lo que se probaba lo convencía. Era viernes y un grupito de sus compañeros de trabajo iba a salir de fiesta, al principio se había intentado negar porque no le iba mucho ese rollo de ir de discotecas ni emborracharse. Sin embargo, Pol le había insistido por activa y por pasiva para que fuese aludiendo a que sería una oportunidad maravillosa para que siguiese integrándose en la pequeña familia que eran los bailarines de OT. Finalmente, ese argumento junto con otros muchos como que no iban a juzgarle por no beber y que se lo podía pasar igualmente bien sin hacerlo habían terminado por convencer al vasco. Además, le gustaba pasar tiempo con Pol, desde el primer momento había sido súper amable con él y había removido cielo y tierra para que no se sintiese excluido en el trabajo, e incluso habían quedado un par de veces para practicar aquellas coreografías con las que Martin sentía más vulnerabilidad. Tampoco iba a negar que el chico le parecía muy guapo y que le gustaba cuando le escuchaba atentamente o le abrazaba abiertamente incluso cuando había más gente a su alrededor.

Lo que no ves de mí - JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora