—Rusli puedo explicarlo—dijo Martin sintiendo como el miedo se apoderaba de cada centímetro de su cuerpo. Al lado de la pelirroja el compañero de piso de Martin observaba la escena interesado, aún sin entender ni pizca de castellano. —Vamos a mi habitación a hablar—le rogó.
—Kiki y yo te hemos estado llamando todo el día, ¿es que no hay cobertura en Magallón? —le recriminó Ruslana claramente enfadada mientras se levantaba, pero en lugar de ir en dirección al cuarto del vasco sacó su móvil y se lo pegó a la oreja—Sube ahora mismo...¿Dónde coño va a ser? No me tomes más el pelo —se hizo de nuevo el silencio—Juanjo he dicho ahora, como no des media vuelta y subas te juro que te corto los huevos.
—¿Qué haces? —dijo Martin tratando de quitarle el teléfono a su amiga, pero esta le esquivó y pasó por su lado para dirigirse a la puerta del piso y abrirla. El vasco la siguió desesperado viendo como todos los problemas aparecían con una mayor intensidad que antes.
Martin no entendía muy bien a qué venía tanto alboroto, por qué Ruslana estaba tan enfadada como para incluso haberse presentado en su casa y haberlo esperado hasta las tantas hasta que llegase. Y mucho menos, entendía por qué había amenazado a Juanjo de aquella manera. Sin embargo, la ecuación no pintaba nada bien. Al cabo de unos minutos, el maño apareció de nuevo en la puerta y la pelirroja cogió a ambos chicos de la mano y prácticamente los arrastró hasta la habitación del más pequeño.
—¿Qué cojones haces aquí Ruslana? —le espetó Juanjo molesto por sus palabras al teléfono, desde luego cuando descolgó su llamada no había esperado toparse con esta reacción y mucho menos con que la chica estuviese en el piso de Martin. Miró al susodicho con los ojos notoriamente abiertos esperando que este le explicase algo, pero solo se encontró con la incertidumbre del vasco.
—Eso podría preguntarlo yo... bueno más bien ¿qué cojones hacías en Magallón con Martin? —les espetó mientras se cruzaba de brazos en una postura claramente amenazante.
—Después del concierto conocí a su abuela y me dijo que me fuese con ellos... No entiendo a qué viene tanto alboroto—trató de explicarse Martin, pero su voz sonó de todo menos segura.
—A qué viene tanto alboroto, dice... Pues viene a que la habéis liado y bien, ¿no os habéis enterado de nada? Me tenéis que estar vacilando—dijo riendo irónicamente.
Juanjo y Martin buscaron sus miradas ambas igual de confusas y el maño sacó su teléfono y entró en Twitter. El bohemio le miraba sin entender qué estaba sucediendo, el cansancio se apoderaba de todo su cuerpo y se sentía más pesado que nunca, pero solo era capaz de observar como la boca de Juanjo se abría desmesuradamente.
—No puede ser...—balbuceó el maño como pudo.
—Es que sois tontísimos, de ahí tanto alboroto y los dos ignorando el puto móvil todo el día.
—¿Qué pasa?, ¿me lo vais a contar ya o qué? —exclamó Martin al borde del colapso mental, pero ninguno de los dos dijo nada. Juanjo le acercó su teléfono sin ser capaz de mirarle a los ojos, unos ojos que minutos atrás los habían sido todo para él y que ahora mismo solo le provocaban vergüenza.
Martin detectó como huía su mirada, y al tomar el móvil del maño, el mayor evitó también cualquier contacto físico entre sus manos. No era capaz de mirarlo, tampoco de tocarlo, el estómago de Martin dio un vuelco al ser consciente de aquel rechazo premeditado. Se obligó a tragarse las náuseas que sentía y miró lo que había provocado aquella reacción.
La foto que había subido Juanjo a Instagram estaba por todos lados, había cientos de tweets preguntando quién era aquel chico que aparecía junto al cantante, por qué estaba en el pueblo del maño. Sin embargo, eso no era lo peor, lo peor vino después tras meterse en uno de los hilos más populares donde solo pudo leer millones de comentarios acerca de ellos dos y no hace falta destacar que ninguno de ellos era bueno.
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Lo que no ves de mí - Juantin
FanfictionDonde Juanjo es un cantante emergente gracias a su éxito en uno de los programas de canto más importantes del país. Sin embargo, su paso por el programa no ha sido del todo honesto y su perfecto mundo tejido milímetro a milímetro se verá alterado al...