Capítulo 21

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     «¿Estoy soñando?» Izuku estaba incómodo.

     Él junto a Ibara, estaban sentados frente a frente con Endeavor, un Endeavor casi idéntico al que conoció aquella vez durante su primer festival, pero con notables diferencias. Su semblante, su presencia, su tono de voz, todo daba la impresión de una persona afable, por raro que pudiera sonar, y triste, esto último quizá no lo sorprendía tanto.

     — Usted dijo que necesitaba hablar con nosotros sobre Kori-san — Ibara quería ir al grano — ¿De qué se trata exactamente, señor Endeavor?

     — Oh, ahora mismo no estoy trabajando así que por favor niños, llámenme Enji — con cada palabra que salía del mayor, el párpado de Izuku palpitaba aún más, la situación era completamente irreal.

     «Por cómo van las cosas... Katsuki, Shinso, Endeavor ¿Será que All For One y Shigaraki también son así?» si, quizá estaba siendo demasiado optimista.

     — Bien, Enji-san, ¿Entonces...? — mientras Izuku permanecía desconectado, Ibara aún seguía en búsqueda de respuestas.

     — Antes debo confirmar una cosa — el mayor Todoroki tampoco pretendía postergar mucho más la charla, no queria distraer demasiado a los estudiantes, así que ordenó sus pensamientos rápidamente — ¿Ustedes son la razón de que mi hija llegue a casa de mal humor últimamente?

     — ¿Es así...? — Ibara torció su semblante, ahora a sabiendas de que quizá sus intentos de ayudarla podrían haber sido más infructuosos de lo que esperaba, buscó la mirada de Izuku como pidiendo consuelo, pero este seguía perdido en sus pensamientos, entonces dirigió su vista nuevamente a Endeavor — Lo lamento mucho, no pretendíamos...

     — Tanquila — el intento de Ibara por disculparse fue cortado rápidamente por el héroe — Se que no tenían malas intenciones.

     — Pero... Kori-san, ella...

     — ¿Qué sucedió exactamente? — el Midoriya posó una mano sobre el hombro de Ibara en intento por tranquilizarla e intervino por primera vez en la conversación — Sabemos que le sucede algo a Todoroki-san, queremos ayudarla pero...

     Izuku había llegado a la conclusión de que no servía de nada el seguir basándose en su vida anterior, en cambio, debía actuar en pos de no obtener el mismo resultado, por lo que decidió darle una oportunidad al Todoroki para explicarse.

     — No nos deja acercarnos — Ibara, recuperando la compostura gracias al tacto de Izuku, completó lo que este último estaba diciendo — Es como si pusiera un muro entre ella y el resto del mundo.

     — Lamentablemente, yo mejor que nadie entiendo a lo que te refieres señorita — la voz de Endeavor tembló, era raro oír lo frágil que sonaba en comparación a lo que imponía normalmente — Respecto a tu pregunta joven, es un problema familiar pero... no es algo que me corresponda a mi decirles.

     — Entonces ¿Qué se supone que espera de nosotros? — cuestionó Izuku, su voz era más filosa de lo que hubiera querido, era costoso el dejar atrás la imagen anterior de Endeavor y esas últimas palabras no habían ayudado tampoco.

     — Que sigan intentando — la respuesta de Enji era contundente — Se que es egoísta de mi parte, pero... — mientras más hablaba, más determinado se oía — Kori sufrió mucho y yo como un padre incompetente, no pude ayudarla en nada — apretó fuerte los puños, al punto en que sus nudillos se volvieron blancos — Pero desde que empezó a asistir a Yuuei, cambió, la niña que se encerraba en su habitación sin hablar con nadie empezó a comer más Soba del normal, a dejar que su hermana la consienta con dulces, a insultar a su hermano para desquitarse con alguien, incluso a quemar cosas cuando esta irritada, justo como cuando era pequeña — eso último lo dijo con una sonrisa nostálgica, Ibara e Izuku prefirieron no preguntar — Y todo empezó un día que llegó a casa maldiciendo en voz alta a "Dos idiotas amables que parecen plantas", Fuyumi tuvo que prepararle una taza té para que se calmara, aunque quiza el té verde justamente no fue muy buena opción.

《PARADOJA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora