《PARADOJA》

Capítulo 27

     Izuku caminó tranquilamente por la oscuridad de la noche hasta una pequeña plaza, no tenía árboles ni pasto, solo un par de juegos infantiles incluyendo unos columpios, de entre los cuales se hallaba sentada la persona que lo citó. Al verla, no dudó y se acercó con una sonrisa.

     — Buenas noches Kori-san — saludó sentándose en un columpio junto a ella.

     — Hola — respondió simplemente la Todoroki, brindándole una casi imperceptible sonrisa.

     Eso se había vuelto rutina últimamente entre los jóvenes, el encontrarse en aquella plaza era algo que comenzó hacía ya un tiempo desde que Izuku se mudó, ventajas de ahora vivir en el mismo vecindario.

     — ¿Qué tal la escuela? — preguntó el Midoriya, con un ligero tono de añoranza en su voz.

     — Aizawa-sensei tuvo una discusión con Bakugo — comentó la bicolor mirando hacia la luna, Izuku rió un poco al imaginar la situación — Hubo un examen un examen sorpresa, no me fue muy bien — el tono de decepción en su voz hubiera pasado desapercibido para alguien que no la conociera lo suficiente, pero afortunadamente Izuku era de las pocas personas que si lo hacía.

     — No te desanimes, lo harás mejor la próxima — intentó animarla el chico, la muchacha solo respondió con una sonrisa un poco más notable.

     — ¿Sabes? — unos segundos de silencio después, la voz de la Todoroki se escuchó de nuevo — Hablaron de ti en televisión, dijeron que detuviste a unos asaltantes en una gasolinera.

     — Banjo-san hizo todo el trabajo — Izuku frunció el seño y se rascó la mejilla mientras lo decía, no le agradaba mucho que los medios hablaran tanto de él, aunque sabía que no tenía opción.

     — A decir verdad no lo vi — confesó ella — Ibara me llamó para contarme, estaba emocionada — Kori tuvo que contener una pequeña risa antes de murmurar lo que pensaba — Como siempre.

     — Ya veo — Izuku agachó un poco la mirada al escuchar el nombre de la peli planta — ¿Cómo está?

     — Te extraña — respondió Kori sin rodeos — Y se volvió mucho fuerte, diría que esta obsesionada con alcanzarte — esta vez si que no contuvo su pequeña risa — Honestamente no es la única, Bakugo, Awase, incluso yo.

     — Entiendo — Izuku suspiró y sonrió con nostalgia al escucharla — También los extraño a todos — pero a pesar de usar esas palabras, tanto él como Kori, sabían que aquel sentimiento estaba dirigido en su mayoría hacia la Shiozaki.

     En principio no se suponía que se alejara completamente de la academia, pero sin darse cuenta las cosas avanzaron rápido y terminaron de esa forma, estaba demasiado ocupado, al punto en que la comunicación con sus amigos se había vuelto casi nula sin contar a la Todoroki, y esta era la única excepción por solamente dos motivos. El primero y más obvió era la cercanía entre sus viviendas, pero el segundo...

     — ¿Cómo vas con "eso"? — al recordarlo, Izuku no pudo evitar preguntar.

     — Mejor, no te preocupes — la bicolor respondió vagamente jugando con su cabello, al menos hasta recibir la mirada inquisitiva del peliverde — Pero aun me da algo de miedo dormir — terminó por decir la verdad.

     Pesadillas, algo que casi todas han tenido alguna vez, pero que en el último tiempo molestaban más de lo normal a la bicolor, habían empezado el mes anterior y desde entonces no habían parado, hasta que una noche no lo soportó más y pidió ayuda a la única persona que pensó podía hacer algo por ella. Aquella noche Izuku la encontró temblando en esa misma plaza luego de recibir un mensaje y desde entonces se había vuelto rutina el verse, al menos un par de minutos por la noche, para que la Todoroki pudiera estar más tranquila.