Capítulo 28

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     Enji Todoroki no era precisamente una buena persona. Nunca fue del tipo amable, era más bien agresivo, con todos. Tenía objetivos y deseos demasiado egoístas para su propio bien. Rei Himura parecía un copo de nieve, hermosa y delicada, pero fría, esa mujer resultó ser la elegida como su prometida.

     Cualquier otra persona hubiera considerado eso como una oportunidad caída del cielo, cualquiera menos el recién graduado héroe.

     Si, era preciosa, si, tenía una personalidad encantadora, si, su don de hielo era perfecto para combinarlo con su fuego, pero nada de eso bastaba por una simple razón, Enji no la amaba.

     La familia Todoroki era un vestigio del pasado, del tiempo en que algo tan simple como los teléfonos estaban aún a años de ser creados, época en la que claramente, tampoco existían los dones. Al ser una familia tan antigua, muchísimas costumbres y tradiciones terminaron por perderse, sin embargo, una constante además del apellido permaneció vigente a través de los años, esa constante se trataba de nada más ni nada menos que del "matrimonio por conveniencia".

     En sus inicios, era tan simple como entregar a las hijas por cultivos y ganado, luego desposar a los hijos con mujeres de buena familia y finalmente seguir con la práctica con el único objetivo de mantener el estatus, generación tras generación.

     Un día llegaron los dones y los Todoroki, lejos de espantarse, los codiciaron. Pyroquinesis, esa fue la primera meta-habilidad nacida en la familia luego de casar a un miembro normal, al igual que todos ellos, con uno de los tantos perseguidos por poseerlos, era tan débil como para controlar superficialmente el fuego de una vela y aún así, sentó las bases para lo que siglos después sería el fuego del infierno de Endeavor.

     Pero no bastaba, querían tener más y la familia Himura, una con la misma ideología que ellos, presentó la oportunidad.

     Así, Enji y Rei se casaron, sin amarse, por simple tradición a sus apenas dieciocho años. El trato distante era lo común pero eso no evitó que, con el tiempo, tuvieran hijos, en pos de cumplir las expectativas de sus familias.

     Y nací yo, Kori Todoroki, la menor de cuatro hermanos. Al parecer congele las manos de la partera y quemé mi primera manta. Había heredado la combinación de los dones de mis padres, me convertí en el poder que tanto los Todoroki como los Himura deseaban.

     Por siete años viví bajo la idea de que simplemente sería la herramienta de alguien más, sin la posibilidad de elegir mi destino. Nunca había ido a la escuela, a diferencia de Touya, Natsuo y Fuyumi, yo recibí toda la educación que necesitaba en casa, fui entrenada para controlar mi Don a la perfección y me destaqué en diferentes disciplinas de combate, debía ser perfecta.

     En todo ese tiempo, eran contadas las veces en que veía a papá, él intentaba estar en casa lo menos posible, pero con lo poco que me lo me lo cruzaba lo supe, no me quería, su expresión de desagrado no dejaba dudas. Así que mi única luz era mamá, curaba mis heridas luego del entrenamiento, me dejaba ver televisión sin que los demás se dieran cuenta, jugaba conmigo e incluso me regaló mi primer libro. Mamá era mi heroina, la única luz en la infinita oscuridad.

     Pero hubo una serie de sucesos que lo cambiaron todo, uno a uno los miembros de ambas familias desaparecieron sin dejar rastro, hasta que solo quedamos mis padres y hermanos. En ese entonces fue que descubrí todo lo bueno y lo malo que había en mí.

     Alegría, una felicidad torcida y un profundo deseo de que ninguno de ellos volviera a aparecer con vida era lo único que podía sentir, pero aún así, estaba bien, no me pesaba la conciencia. Por fin podía vivir una vida normal, podía jugar a las muñecas con Fuyumi, podía pelear con Touya y Natsuo, podía disfrutar de mamá, podía ser libre, nació mi deseo de convertirme en una heroina, para poder brindar un poco de esa libertad a mas niños como yo.
Pero al cumplir los ocho, entendí que con respecto a las desapariciones, no se suponía que fuéramos la excepción.

《PARADOJA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora