Lia nunca pensó extrañar a alguien a quien conocía tan poco. El día se le hizo eterno al saber que él estaba tan lejos, que no aparecería de pronto en su casa para alegrarles la vida. Se había acostumbrado a sus visitas inesperadas, a escuchar su voz de cerca, al efecto electrizante que tenía en su piel cuando la llamaba "Liana". Se sorprendió a sí misma pensando en esos momentos que compartieron e imaginando cómo habría sido viajar juntos los tres en esa gira. De pronto escuchó el sonido de su celular que indicaba que tenía nuevos mensajes. No pudo evitar sonreír como una adolescente cuando vio las fotos y los videos cortos que le había enviado Damir, cumpliendo la promesa que le hizo la noche anterior. En muchas fotografías aparecía junto al personal de su equipo, se veían tan felices. «Si tan solo hubiese aceptado la invitación —pensó— No puedo, eso significaría firmar un contrato por un tiempo determinado y tener que arrastrar a David en esa locura.» Así que debía conformarse con verlo todo a través de una pantalla como siempre lo había hecho.
Pasaron los días y Damir continuó escribiéndole y enviándole fotos de cada uno de los ensayos, eventos, incluso algunas inéditas de una sesión fotográfica en la que participó para una campaña publicitaria. Una noche hizo una videollamada al teléfono de David para mostrarle la ciudad de Shangai en todo su esplendor, era realmente deslumbrante. La urbe exhibía un espectáculo de luces de colores y carteles lumínicos por doquier, sus calles permanecían llenas de autos y personas a pesar de la hora, parecía que Shangai cobraba vida en las noches. Los edificios eran tan altos que tu mirada se perdía sin lograr ver la cima, resultaba realmente increíble.
Lia solo saludó a Damir unos segundos, odiaba como se veía su rostro en las cámaras, además de que sintió vergüenza de que la viera en pijama. Al observarlo por un instante, pudo advertir el cansancio que acumulaba su cuerpo, se notaba fácilmente en sus ojos a pesar de la sonrisa dibujada en sus labios, pero ella no fue capaz de decirle nada al respecto. David acaparó toda la atención del cantante para sí y le hizo mil preguntas sobre su gira y los lugares que había visitado, estuvieron hablando en kazajo durante casi una hora, hasta que Damir llegó a su hotel y se despidió del niño.
Ese fin de semana tuvo lugar la presentación en vivo del joven cantante en un programa de televisión de China, dónde interpretó magistralmente la canción S.O.S. y otra en mandarín. S.O.S. era una de las canciones que más le habían llegado a lo profundo de su alma en aquellas noches en las que no encontraba sentido a su vida, en las que creyó no pertenecer a este mundo, en las que se sintió perdida, sola, apagada. La letra es en francés, pero logras sentir cada palabra en lo más hondo como si fuese tu lengua materna. Es un canto a la desesperación, a la angustia que se cuela en tus entrañas cuando quisieras escapar de tu realidad a cualquier precio, cuando te cuestionas tu propia existencia, cuando tus esperanzas y sueños están fuera de este mundo.
Durante la entrevista, agradeció a sus fans por todo el amor que le habían brindado en el transcurso de su carrera, por viajar desde todos los países del mundo para asistir a sus conciertos, por escuchar y sentir su música. Así era él, después de tantos años de fama no había perdido la humildad y poseía excelentes valores y principios. Damir es un ser humano hermoso y transparente, la esencia de su alma queda reflejada en cada una de sus interpretaciones; su público lo adora y han llegado a creer que es un ángel en la Tierra, un ser de luz, un alma antigua.
Lia había visto muy pocas entrevistas de Damir, dado que solo le interesaba su música, que la ayudaba a olvidarse del mundo. Ese día, en Youtube, encontró otras además de esa, por lo que sintió un poco de curiosidad y se dispuso a visualizarlas con el fin de conocer un poco más su personalidad. Le llamó la atención una en particular, realizada unos meses antes en Armenia, donde los titulares afirmaban que había respondido varias preguntas de su vida personal. Recordó que él había confesado que las entrevistas aún lo ponían nervioso y quiso saber cómo había reaccionado esa vez. La locutora comenzó hablando sobre sus millones de fans alrededor del mundo, de como viajaban desde más de ochenta países para asistir a sus conciertos y lo seguían a todas partes a través de sus redes sociales, dónde era conocido como el "Mejor Cantante del Mundo". Lia sabía por experiencia que a Damir no le gustaba que lo llamaran así, por lo que era de esperarse que su respuesta fuese que él no se consideraba como tal, que los cantantes no se miden solo por su excelente voz o por un amplio rango vocal, sino por su interpretación y por su manera de sentir la música, siendo eso, a su entender, lo más importante. Agradeció humildemente a todos sus seguidores por escucharlo y brindarles su apoyo incondicional, a sus maestros, a su familia que siempre estaban allí para él. La entrevista transcurrió de forma fluida durante algunos minutos, hasta llegar a las preguntas personales: la locutora hizo especial énfasis en cómo las personas realizaban diariamente en Internet búsquedas acerca de si tenía esposa e hijos y le preguntó lo que pensaba al respecto. La expresión del rostro de Damir cambió completamente, Lia pudo notar la incomodidad que había causado en él esta pregunta. Sin pensarlo mucho, respondió que era un hombre libre en ese momento, pero que no quería mostrar públicamente a su esposa e hijos en un futuro «¿Por qué querría hacer algo así? —añadió—. Yo brindo mi arte, mi creatividad, es lo que le doy a mis fans.» Al principio Lia no supo cómo interpretar aquellas palabras, pero poco a poco fue descubriendo que Damir no era tan inocente como pensaba, era un hombre maduro que sabía lo que la fama implicaba en su privacidad y no estaba dispuesto a sacrifiarla por nada del mundo. La locutora continúo indagando sobre el tema pregúntandole nuevamente qué pasaría si su esposa fuera una figura pública, a lo que el cantante respondió evasivamente que ya vería lo que haría si se daban esas circunstancias. Fue un momento muy tenso para él.
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Amor como un sueño
RomanceLia es una madre soltera con los pies sobre la tierra. Su hijo David es su pequeño tesoro y su razón de vivir. El destino cruza su camino con Damir, un cantante de fama internacional a quien siempre ha admirado. Se ve arrastrada en un hermoso sueño...