Capítulo 24

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El día siguiente se fue mucho más rápido de lo que me gustaría. Quizás por el hecho de despertarme tarde. Eran las once de la mañana y yo recién me despertaba. Aunque bueno, era lógico, no había dormido nada antes de venir para acá.

Nos pasamos la tarde dándonos chapuzones en el río e intentando pescar.

Nuevamente sin éxito.

Pasamos un día de calidad el cual terminó tan rápido que me deprimí.

Sin darme cuenta ya estábamos recogiendo todo y poniéndonos en marcha hacia casa.

Llegamos y Jack me dio un fuerte abrazo, deseándome un feliz viaje y un rápido retorno. Mientras yo hacía hasta lo imposible para no llorar.

Me soltó luego de un rato y esta vez me abrazaba Zareth, deseándome lo mismo, un buen viaje, pero añadiendo nuevamente que si realmente no necesitaba ayuda.

Negué con la cabeza y él asintió.

Jean me apachurró contra él y me dio un beso en el pelo.

—Cuídate mucho, te vamos a extrañar.

A ese ser sí se le salieron las lágrimas.

Yendry me dio un leve abrazo sin decir mucho. Luego todos nos despedimos y se fueron.

No los volvería a ver en los próximos días y eso me frustraba. Aunque me llevaba un precioso recuerdo... y obviamente, la pulsera que decía "Jean". Jamás me la quitaría, era mi segundo tesoro más preciado, después del tejido deforme de Alan.

Entramos a la casa y pasé el resto del día con mamá, papá, Aaron y Evelyn.

Al caer la noche los seres del bosque me dieron la despedida y me desearon un feliz regreso.

Me confesaron que me tenían como una más de la familia y eso me hizo sentir bien.

Incluso los seres del bosque me aceptaban aquí.

Mi hogar.

Donde pertenecía realmente.

El día menos esperado llegó, y por suerte, sin rastros de ansiedad.

Había aprendido a controlarla gracias a mis amigos.

Este pueblo me había traído mucho crecimiento personal.

Me sentía una nueva yo, más capaz.

Renovada.

Ya no era la tonta de antes que creía que no merecía a nadie, que no valía la pena.

No.

Sabía lo que valía y tenía por quienes luchar.

Mis amigos y las personas que amaba.

Tenía más ganas de vivir que nunca.

Más valor que nunca.

Más seguridad que nunca.

Estaba orgullosa de mí y de mis logros.

Estaba lista para volver a Erthmen.


El Complemento del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora