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[Dos años atras]

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[Dos años atras]

Esperé fuera del colegio de Nanami, apoyado contra la cerca con mi chaqueta de cuero favorita, esa que había llevado en innumerables ocasiones. El aire fresco de la tarde me envolvía mientras el sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo con tonos dorados y rosados. No solía hacer este tipo de cosas, aparecer de improviso sin previo aviso, pero hoy sentía una necesidad apremiante de sorprenderla. De verla.

Porque, aunque nuestra relación se reducía a encuentros furtivos y pasionales, yo la quería. No, la amaba. Y si, tal vez yo podía llegar a ser ser un tipo complicado, lleno de aristas y sombras, pero apreciaba a esa chica más que a cualquier otra persona en este mundo. 

Nanami... ella era mi mundo entero, aunque nunca se lo dijera. Ni lo demostrara.

No era porque no quisiera, sino porque no me salía, no podía. Cada vez que intentaba encontrar las palabras correctas, me invadía una vergüenza paralizante y retrocedía por miedo. Miedo a ser lastimado, como tantas veces antes. Cada vez que estaba a punto de abrir mi corazón, algo dentro de mí se detenía, temeroso de que expresar mis sentimientos me dejara vulnerable, expuesto al dolor. 

Mi madre se fue cuando yo tenía apenas tres años, dejándome con un padre que no estaba preparado para serlo. Él me golpeaba, repetidas veces, por no cumplir con sus expectativas. ¿Cómo podría haberlo hecho? Era solo un niño, que crecía sin la guía ni el amor que necesitaba desesperadamente.

En la escuela, las cosas no mejoraron. Los niños mayores me veían como un blanco fácil para sus burlas y crueldades. Era pequeño para mi edad, delgado y callado, lo que los hacía sentir superiores al humillarme públicamente. La timidez que me marcaba era una armadura débil contra sus ataques, y me refugiaba en la soledad para no enfrentar más dolor del necesario.

Cuando conocí a Aiko, mi primera novia a los diecinueve años, pensé que había encontrado un oasis en el desierto. Era hermosa y madura para su edad, y me miraba con ojos que parecían comprender todo lo que yo guardaba dentro. Nos volvimos inseparables, y por primera vez sentí la dulzura del amor adolescente. Y si, hasta había estado a punto de casarme. Pero como todo en mi vida, la felicidad se desvaneció rápidamente. Descubrí que me había estado engañando con un tipo de familia adinerada, y eso rompió algo dentro de mí.

Desde entonces, había adoptado una actitud cínica hacia las relaciones. Usaba a las mujeres antes de que pudieran lastimarme a mí. Hasta que conocí a Nanami.

Nanami era diferente. Con su sonrisa cálida a pesar de lo que le había tocado vivir, era como un faro en medio de mi oscuridad. Aunque al principio me resistí, incapaz de confiar plenamente debido a las cicatrices emocionales que llevaba, ella perseveró. Su paciencia y comprensión fueron el bálsamo que mi alma necesitaba desesperadamente.

La vi salir del edificio, con su mochila colgada de un hombro, su expresión cansada pero serena. Cuando sus ojos me encontraron, vi la sorpresa en ellos, y eso me hizo sonreír un poco.

Toxic Ties [Suguru Niragi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora