5

9K 723 656
                                        

[Un año atras]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[Un año atras]

La luz de la tarde se filtraba a través de las cortinas de su pequeño apartamento en Tokio, iluminando la tensión palpable entre Niragi y yo. Sentía mi corazón latir con fuerza mientras mi frustración aumentaba, y mi voz elevada resonaba en la habitación.

—¿Así que eso es todo? ¿Otra vez la misma excusa de siempre? ¡Estoy harta, Niragi!

Niragi, cruzando los brazos con una expresión de indiferencia, respondió con un tono sarcástico que solo avivó mi ira.

—Oh, por favor. No empieces otra vez. Ya te he dicho que estaba con unos amigos, ¿qué quieres de mí?

El calor de la rabia ardía en mis venas mientras daba un paso adelante, mis ojos clavados en los suyos.

—¡Lo que quiero es honestidad! ¡Lo que quiero es que dejes de tratarme como si fuera una estúpida! Sé perfectamente que no estabas con tus amigos.

Niragi rodó los ojos, su irritación evidente, y replicó con desdén.

—¿Y ahora eres detective? Deberías confiar en mí más a menudo.

Apreté los puños, mi voz temblando de rabia e impotencia.

—¿Confiar en ti? ¿Después de todas las mentiras y promesas rotas? No puedo seguir viviendo así, Niragi.

Él dio un paso hacia mí, su expresión endurecida, y sentí que mi corazón se rompía un poco más con cada palabra suya.

—¿Y qué vas a hacer al respecto? ¿Seguir gritando? Eres una idiota si crees que eso cambiara algo.

La ira finalmente me dominó. Sin pensarlo, le di una bofetada con todas mis fuerzas.

—¡Maldito seas!

Niragi parpadeó, sorprendido por la fuerza del golpe. Sentí el dolor vibrar en mi mano, pero fue su mirada la que me paralizó. Un segundo después, en un reflejo automático, levantó la mano y me devolvió la cachetada. El impacto me hizo dar un paso atrás, llevándome la mano a la mejilla con los ojos abiertos de par en par por la sorpresa y el dolor.

El tiempo pareció detenerse por un momento. Ambos respirábamos pesadamente mientras procesábamos lo que acababa de suceder. Vi la expresión del morocho cambiar de ira a horror en cuestión de segundos. Sin pensarlo dos veces, dio un paso hacia adelante y me abrazó con fuerza, sus brazos envolviéndome de manera protectora y desesperada.

—Lo siento, Nanami. Perdóname, por favor —murmuró, su voz temblando. —No quise... No debería haberlo hecho.

Sentí las lágrimas rodar por mis mejillas mientras me dejaba abrazar, mi corazón latiendo con fuerza contra mi pecho. Al principio, me quedé rígida, todavía en shock por lo que había pasado. Pero luego, lentamente, relajé mis músculos y permití que él me sostuviera. El calor de su cuerpo y la desesperación en su voz me recordaron que, a pesar de todo, aún había amor entre nosotros, aunque estuviera enterrado bajo capas de dolor y resentimiento.

Toxic Ties [Suguru Niragi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora