Capítulo 38
AbigailEl salón de clase está lleno de toda clase de estudiantes, todos de diferente raza, nacionalidad y creencias, sin embargo, cada uno de nosotros estamos unidos por único propósito, aprender algo nuevo,salir de nuestra zona de confort e ir más allá de lo que en algún momento imaginamos.
Debo confesar que me siento como una adolescente en un jardín de niños, todos lucen menores de 20, de entre 17 y 21 años, creo que muchos no están en edad legal para beber. Cinco minutos después de la hora pautada para las clases, entra quien parece ser el maestro, tiene todos los rasgos que reconozco en un alemán, piel blanca, alto, cabello rubio y unos hermosos ojos azules, es bastante joven, no creo que llegue a los treinta. Entra en silencio y espera hasta que el último de los estudiantes termine su conversación.
—Buenas tardes para todos —su voz es bastante armónica, y tiene un acento de inglés británico—. Supongo que todos ustedes son capaces de comunicarse en inglés, ya que es requisito primordial para tomar esta clase, tener un nivel avanzado en ese idioma, tomando en cuenta el nivel de dificultad del alemán para los parlantes de lengua extranjera. Mi nombre es Hermann Müller —se da la vuelta y escribe su nombre en el pizarrón—. Y seré su maestro durante este ciclo, que forma el nivel básico. Por favor, en el orden que se encuentran las filas, les pido que me digan sus nombres, edad, de dónde vienen, por qué están estudiando este idioma y qué profesiones estudian o ejercen actualmente. Debemos conocernos, serán varios meses viéndonos durante cinco horas. Uno por uno se van levantando y ofreciendo información sobre sí mismos —y confirmo mis sospechas, creo que soy la más vieja del grupo. Llega mi turno.
—Hola a todos. Mi nombre es April Turner. Soy estadounidense. Nací en Los ángeles , California. Estoy estudiando alemán porque en mi currículo de ciencias del lenguaje no incluía el idioma y siempre he mostrado interés en aprenderlo, nunca está de más aprender algo nuevo, y qué mejor lugar para conocer la cultura alemana que desde aquí. Es una oportunidad imperdible —el profesor muestra mucho interés en mis palabras, incluso es algo incómodo tener tanta atención—.Vaya, tenemos una graduada aquí. ¿Qué edad tienes, April? —qué demonios importa eso, no influye en nada si tengo 40 o 25—. La verdad no creo que sea necesario, y por si no lo sabía, después de los 21 las mujeres no revelamos nuestra edad. Es secreto de Estado—me siento y él solo sonríe. Es turno de Dominique que está detrás de mí.
—Soy Dominique Laetitia Bourgeois Leclercq, pero pueden llamarme solo Dominique. Soy de París, la ciudad del amor y estudiante de arquitectura. Estoy aquí porque muy pronto solicitaré mi transferencia para terminar mis estudios universitarios en esta prestigiosa institución y por un par de razones más que no pienso compartir. No seré igual que mi amiga y revelaré mi secreto de Estado. Tengo 20 y muy pronto serán 21 así que están invitados a la mejor fiesta que se haya celebrado en la historia del campus—todos aplauden y suenan pitos, gritan. Una algarabía tremenda. La verdad que esta chica tiene la madera para animar a un pueblo. No sé de dónde saca las pilas. El maestro pide que se calmen. Luego definalizar con todos él da las pautas del curso y nos explica su mecanismo de enseñanza. El tiempo transcurre rápido, tranquilo y ameno, la clase es divertida y realmente es mucho lo que se puede aprender en un día. Todos los días pasan iguales, y es más fácil de lo que esperaba. Es viernes por la tarde, y ya es casi hora de salir de clases. Cuando suena la campana y todos salen como de costumbre, mucho más los viernes que trae consigo la mezcla entre el cansancio de la semana de trabajo y la satisfacción de al fin encontrar la ansiada liberación. Cuando estoy a punto de salir elprofesor me detiene.
—April, ¿podrías esperar un segundo cuando todos salgan? —me extraña la pregunta, pero simplemente le digo que sí. Cuando sale el último estudiante me acerco al escritorio y él se pone de pie.
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FIGHTING ©
RomanceJ. J. King es un hombre con una historia difícil que lo atraviesa y define. La necesidad lo llevó a convertirse en un obrero y la búsqueda de venganza, en un boxeador. El perdón y el olvido son palabras que no existen en su vocabulario. Patrick W...