Capítulo 58

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Capítulo 58
Abigail

Mi celular suena reiteradas veces,  no tengo ganas de levantarme a contestar, pero debo hacerlo. Podría ser una emergencia. Me levanto a buscar mi celular en mi bolso y la foto de Katherine anuncia el emisor.

—¿Hola? —contesto entre bostezos.

—Abby, quiero hablar contigo. Quizás podamos vernos en algún lugar. Podemos ir juntas al mall e ir de compras, luego tomamos algo, como en los viejos tiempos —propone.

—Estoy agotada. Prefiero que vengas hasta mi casa y aquí hablamos. Pedimos una pizza y listo.

—Bien. Envíame la dirección por un mensaje para dársela al taxi.

—Perfecto —no debería confiar en ellas, pero lo hago. Al cabo de una hora, alguien toca mi puerta, Jordan se encarga de abrirle la puerta, ya que está en el patio dándole un baño a Snow. Bajo las escaleras y me encuentro con la imagen, a través de la ventana de ellos conversando. En un momento los veo abrazados y ella llorando en su hombro. Jordan viene con ella y entran. Ella corre hasta mí y me abraza.

—Perdona amiga, soy una imbécil —solloza en mi hombro.

—Ven, vamos a sentarnos para que me expliques qué sucede —tomamos asiento.

—Quería verlos, para decirles que soy una tonta. Una mala amiga, la peor. Me siento mal. Siento que he hecho tantas cosas que no están bien, que les han hecho daño y yo estoy aquí, sufriendo por ello, y sé que a ustedes los hice sufrir también. Patrick me volvió loca y no pude pensar con claridad, no sé, creo que tiene un encanto atractivo que engatuza a las mujeres y yo caí como la imbécil que soy. Fui a un doctor y me explicó que sufro de un trastorno, aún es leve, pero debo controlarme. Me alejé de Patrick, cambié de casa, mandé su teléfono a la lista negra. Estoy lejos de él. Por eso ya quiero acercarme a ustedes y ser parte de su felicidad y...

—Yo... No sé qué decir —respondo.

—Jordan, perdón. Quizás si no te hubiera detenido cuando saliste de la pelea, quizás no les habría dado tiempo a herirte. Perdóname la vida —dice en medio del llanto.

—Descuida, si lo iban a hacer, hasta sacarme del taxi podían solo para joderme.

—Me siento tan culpable —sigue lamentándose. Luego de pasar la etapa de disculpas constantes, Katherine, gracias a mi camiseta ajustada, fija su vista en mi vientre.

—Recuerda que tienes una membresía abierta en el gimnasio —rio.

—Sí, lo sé. Por cierto debería cancelarlo. Eso quizás le haría daño a mi bebé —le digo con una sonrisa.

—¡No inventes! Por Dios que emoción. ¿Cuándo pasó? ¿Cómo? ¡Dímelo todo!

—Tengo más de dos meses.

—Estoy feliz por ti. Me alegra que por fin estés viviendo y que te sientas bien. Ya ves, incluso vas a tener tu propia familia. Yo creo que con mi desorden de vida, no podré hacerlo nunca —lamenta.

¯¡Claro que sí! Tienes que enfocarte y tratar de saber dónde escoger. Ya no pienses que todos son adecuados o qué tan buenos son en la cama. Piensa en lo que quieres a largo plazo y lo obtendrás —la aliento. Es mi única amiga, por lo menos lo más aparecido a lo que es una hermana y ha estado conmigo todo este tiempo. Vivió el duelo junto a mí. Me hace feliz saber el por qué de su manera de ser, y sé que juntas podremos lograrlo.

***

El lugar está atestado de personas. Jaden me obligó a venir aquí, alegando que éste era el día más importante de su carrera.

FIGHTING ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora