Capítulo 29

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Capítulo 29
Jordan

Su ausencia está más presente que el dolor que sienten mis extremidades superiores en este momento. Levanto la cabeza y echo un vistazo alrededor y sé que no está en la habitación ¿cuándo se habrá marchado?

Son las dos de la tarde, así que seguro todos ya han de haber desayunado, almorzado e incluso merendado. Tomo el teléfono y le marco a April para saber dónde están.

—Te fuiste —eso tuvo que haber sonado como un reproche.

—Buenas tardes, señor. Yo también amanecí bien, gracias. Y sí me fui ¿pretendías que saliera en pijama a mitad de la tarde? No, claro que no, ni en tus sueños —ella está a la defensiva y creo que está exagerando bastante al respecto.

—Tienes razón —hago una pausa breve—. ¿Qué has sabido de los chicos? ¿Fueron a comer?

—Sí, fuimos a comer todos fuera del hotel. Mich y Daniel ya se fueron a Nueva York, tienes que ayudarme, el acoso de Igor está llegando al nivel fastidio —la escucho gruñir, eso me hace sonreír.

—¿Acoso? ¿Qué ha hecho?

—O sea, no es acoso, pero siempre anda lanzando indirectas y déjame decirte que es tan sutil como un cañón.

—Él es buen partido, ¿es que no te gusta? —April se mantiene en silencio y no responde nada—. Lo siento, está bien, yo me encargo de él. ¿Dónde están ahora?

—Estoy con él en el bar, ahora está hablando con un hombre, me invitó a tomar una copa, es bastante zalamero —estoy seguro que ha rodado los ojos para decir eso—. Él se gusta a sí mismo y eso es insoportable, está bien que el autoestima sea alto, pero él exagera... Claro papá, te prometo que nos vemos este mes —este ha sido el cambio más brusco de conversación que he sufrido, Igor ya está con ella—. Sí, ya quiero que estemos pronto juntos, papá. Necesito verte. Muy bien, hablamos luego, te quiero —lástima que ella lo haya dicho a su padre, no a mí. Cierro el teléfono y voy al baño para bajar de inmediato al bar, antes que salgan de allí. Por la hora, está el lugar prácticamente vacío, así que no se me hace difícil identificarlos. Igor no es mala persona, solo hace lo que cualquier hombre haría, tratar de conquistar una mujer hermosa. Solo debo marcar territorio y él se alejará. Camino hasta la barra y pongo ambas manos en sus hombros. Me siento al lado de April y le doy un beso rápido y conciso, y como siempre, ella tiene su cara de sorpresa, sin embargo, no tanto como la de él.

—Vaya, tendré que leer el periódico más a menudo para enterarme de las noticias —está realmente sorprendido, casi petrificado.

—¿Por qué lo dices? —le pregunto.

—No me habían contado que estaban saliendo.

—¿No lo sabías? Vamos Igor, ¿quién vendría en un vuelo relámpago solo por placer? No creo que muchos.

—Además, tú nunca me preguntaste si salía con alguien —responde April.

—Buen dato —creo que se está sintiendo como idiota, o lamentando todo el tiempo que ha perdido en ella. Lo entiendo, es muy difícil—. Es una noticia realmente inesperada, pero de todos modos, felicidades, tienes una gran chica, dura de convencer —él sonríe y toma un largo trago de su vaso—. Entonces salimos mañana temprano, ¿tienes idea de dónde nos quedaremos?

—Iremos en autocaravana desde aquí hasta Denali, cuando lleguemos allí nos quedaremos en el Denali Resort Perch por cuatro días y luego a Valdez después regresamos en la caravana de vuelta y nos vamos a casa.

—Creo que estoy un poco viejo para esto, pero dicen que la juventud es mental, así que manos a la obra— dice Igor.

Terminamos de tomarnos unos tragos y a la hora de irnos, April alcanza un momento y me guiña un ojo.

FIGHTING ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora