Llego a la oficina antes de la hora, así que preparo mis cosas con calma. Creo que hoy va a ser un día bastante tranquilo, ya que no hay ningún evento deportivo muy importante cerca. Los juegos olímpicos ya han terminado, los equipos de fútbol están con la pretemporada y todos tienen un corresponsal allá dónde estén y el mercado de fichajes tras la llegada de Mbappe al Real Madrid ha estado muy tranquilo.La mañana transcurre con bastante normalidad, bastante aburrida a decir verdad. Solo me he limitado a corregir varios reportajes que nos han llegado y contrastar alguna que otra información.
Cuando llega la hora de la comida me bajo a la cafetería dónde me encuentro como casi todos los días con mi mejor amiga y compañera Alicia, la cuál ya me está esperando en una de las mesas.
– Odio esta temporada del año, no hay casi nada que hacer – dice nada más me siento. – Me he pasado toda la mañana subtitulado vídeos. – añade mientras se estira en la silla.
– No te quejes, estuviste trabajando en la eurocopa y en los juegos olímpicos, yo llevo todo el verano aquí metida.
– Ya te he dicho muchas veces que si te ofrecen ir fuera no te preocupes, Ángela y yo podemos cuidar de Saúl.
– Sabes que no puedo dejarle solo, si le pasa algo y no estoy...
– No le va a pasar nada, ¿vale? – añade sin dejarme terminar la frase.
– ¿Has oído lo del jugador que lleva desaparecido un mes? – pregunto para cambiar de tema.
– Ha sido un intento pésimo de cambiar de tema, pero sí. Es imposible que nadie sepa donde está. ¿Quieres buscarle? – dice poniendo interés.
– A ver no es que quiera pero, si se ha escondido es porque no quiere que lo encuentren.
Seguimos un rato más hablando hasta que es la hora de volver al trabajo. Una vez ahí sigo corrigiendo el documento que antes dejé a medias.
A la hora mi superior me dice que vaya a su oficina a verle, así que dejo lo que estoy haciendo y sin perder más el tiempo voy. Cuando entro le encuentro en medio de una llamada, por lo que con un gesto me dice que espere y eso hago. Una vez termina la llamada comienza a hablar.
– ¿Sabes por qué te he hecho venir? – pregunta en un tono calmado mientras mira algo en el ordenador.
– ¿Me va a dar el ascenso? – digo a modo de broma, aunque la verdad es que no me vendría nada mal. Al igual que las veces anteriores este se ríe ante mi respuesta.
– Como todas las veces anteriores mi respuesta sigue siendo no, pero buen intento, a la próxima tal vez cuele.
– Bueno, supongo que tenía que intentarlo. – digo algo apenada.
– Nunca se lo he preguntado pero, ¿por qué quiere ese ascenso? – pregunta ya con curiosidad.
– Bueno ya sabe mi situación, y necesito el dinero. – admito con vergüenza.
– Entiendo, pero sintiéndolo mucho no la puedo ascender sin un buen motivo.
– ¿Y cuál podría ser ese buen motivo? – pregunto yo con interés.
– Un buen titular.
– Pero ahora mismo no hay nada que contar. – digo algo deprimida.
– Hay un tema del que nadie ha hablado todavía. – dice haciendo que vuelva a tener interés.
– ¿En serio? ¿Cuál? No he oído nada.
– Le Normand.
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Elocuencia || Robin Le Normand
FanfictionUna pequeña isla en Tailandia. Un futbolista que no quiere ser encontrado. Y una periodista la cual su ascenso depende de ello. ¿Qué podría salir mal?