Robin POV:
No debe de quedar mucho tiempo para que Maya llame a mi puerta y sigo sin tener ni idea de cómo debería de afrontar todo esto. Decir que estaba nervioso se quedaba corto, ¿Y si lo niega? ¿Y si me dice que todo es verdad? Sólo esperaba que tuviera un buen motivo o mejor aún, que todo fuera algún tipo de broma que habían decidido gastarme entre ella y martín.
En cuanto oigo el timbre no puedo evitar tardar un poco en reaccionar, no estaba preparado para lo que fuera a pasar en los próximos minutos. Me sereno lo más rápido que puedo y me dirijo hacia la puerta.
– ¿Me has echado de menos? – me vacila en cuanto abro la puerta, pero esta vez no me rio. – ¿Por que tan serio? – pregunta algo confundida.
– Tenemos que hablar. – digo lo más serio que puedo.
– ¿Ha pasado algo? – pregunta algo preocupada mientras me hago a un lado para que pueda pasar.
El corto camino hasta el sofá es demasiado silencioso. Ninguno de los dos dice ni una sola palabra. ¿Qué estará pensando ahora mismo?
– ¿Me vas a decir que pasa o voy a tener que adivinarlo? – vuelve a vacilar, pero sigo serio. – Supongo que está pasando algo serio.
– ¿Qué tal lo que tenías que hacer del trabajo? ¿Lo has terminado? – pregunto para darla la oportunidad de poder decir algo.
– Si, he conseguido solucionar algo importante que llevaba días sin dejarme dormir bien, así que supongo que todo está bien. – contesta como si nada. –¿Qué es eso de lo que quieres hablar?
– No sé dímelo tú, ¿tenemos algo de lo que hablar? – contesto bastante borde aunque no es mi intención por lo que me arrepiento al momento.
– ¿Me das alguna pista? No sé de que me estás hablando. – pide bastante confundida. ¿Me está vacilando?
Me da igual que sea periodista, lo que me molesta es que me lo haya ocultado todo este tiempo. ¿Me ha estado utilizando? No he visto ningún titular con mi nombre así que deduzco que todavía no ha contado nada mío, lo cual me tranquiliza bastante por ahora. La hable de mi problema con los periodistas. Ha tenido muchas oportunidades para decirme la verdad y no lo ha hecho. La pregunté si necesitaba mi ayuda y me dijo muchas veces que no pasaba nada... ¿es que no confía en mí?
– ¿Estás bien? – pregunta algo preocupada haciendo que vuelva en si.
– Estoy genial. – respondo con ironía.
– Vale... – no parece muy convencida. – Sobre eso de lo que tenemos que hablar...
– Ah eso... trabajabas en una empresa de publicidad, ¿verdad? – vuelvo a darla otra oportunidad para decir la verdad.
– Si, ¿Qué pasa?
– ¿Por qué me mientes? – pregunto entre molesto y dolido.
– No te estoy mintiendo trabajo ahí.
– No sigas mintiendo, ya sé toda la verdad. – no dice nada. – ¿hace falta que te lo demuestre? Ahí lo tienes. – digo mientras le enseño los titulares firmados por ella. – Hace un tiempo me preguntaste sobre que opinaba sobre las mentiras,... sabías lo que pensaba al respecto y aún así seguiste haciéndolo. – sigue sin decir nada, por lo que sin rodeos pregunto lo que más miedo me daba. –¿Lo nuestro también ha sido una mentira?
– Yo...
– ¿No vas a decir nada? – digo ya algo desesperado. – Sé que eres periodista, di algo... por favor.
– Yo... Lo siento. – dice al fin. – Yo no quería que nada de esto pasara. Lo siento mucho de verdad.
– Respóndeme a lo otro, ¿lo nuestro ha sido también una mentira? – no responde. – ¿fue también una mentira? – vuelvo a preguntar estavez aún más nervioso.
– No. – responde al fin y siento como suelto todo el aire que he estado aguando.
– ¿Por qué me has hecho esto?
– Yo... de verdad que no quería hacerlo.
– ¿Entonces por qué lo hiciste?
– No tuve otra opción. Necesitaba el dinero. – Admite por fin.
Ninguno de los dos volvemos a decir nada, supongo que ambos teníamos cosas que asimilar.
– Si lo hacías por dinero, ¿cómo estás pagando esto? – pregunto la primera tontería que se me ocurre.
– Alicia. – responde secamente. – el trabajo me dio un presupuesto para un tiempo, pero Alicia pagó el resto.
– ¿Y por qué no te ha ayudado con el dinero? – vuelvo a preguntar algo confundido aunque se que no es el momento de hacerlo.
– Lo hizo durante un tiempo. Dejó de hacerlo cuando se lo pedí hace un par de años. – empieza a explicar. – No quiero seguir dependiendo de la gente el resto de mi vida.
Volvemos a quedarnos en silencio. Ninguno de los dos sabía que decir, así que decido hablar por los dos.
– Creo que necesito un tiempo para pensar en todo lo que acaba de pasar. – digo por fin aunque es lo que menos me apetece en estos momentos, se que es lo mejor para los dos.
– De verdad que lo siento. No quería que esto pasara así. – parece realmente arrepentida. – Yo... – la corto.
– Necesito asimilar todo esto, ahora mismo no quiero seguir hablando.
Tras decir eso, me pongo de pie y me dirijo hacia la puerta. Noto como ella me sigue.
Abro la puerta deseando que diga algo pero no lo hace. En cambio sale de mi cabaña y una vez esta fuera se gira a verme.
– De verdad que lo siento. – dice casi al borde de las lágrimas y veo como acto seguido entra en la suya.
✦ ° • ✦ ° • ✦
Maya POV:
– ¿Qué haces aquí?– me pregunta Alicia sorprendida al verme en la puerta de su casa.
– Se ha enterado de todo,... me dijiste que saldría bien pero ha salido todo muy mal. – digo como puedo mientras no paro de llorar.
– Relájate y cuéntame que pasado.
– Ni siquiera he podido explicarle bien la situación. Seguro que no me quiere volver a ver.
– ¿Por qué piensas eso? – pregunta mientras intenta consolarme.
– No me ha hablado desde entonces.
– ¿Y por qué no le hablas tú?
– Ya lo he hecho pero no me ha contestado a ninguno de mis mensajes ni llamadas.
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No me odieis por lo que acaba de pasar.
Perdón por tardar tanto en actualizar, no quería escribir esta parte. Pero a partir de ahora volveré a actualizar más seguido.🥲Si os ha gustado darle a la estrella o dejar algún comentario, la verdad es que me haría mucha ilusión y me motivaría mucho.
Att: springcloud☁️
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Elocuencia || Robin Le Normand
FanficUna pequeña isla en Tailandia. Un futbolista que no quiere ser encontrado. Y una periodista la cual su ascenso depende de ello. ¿Qué podría salir mal?