Elocuencia || Robin Le Normand

XXIII

Maya POV:

Habían pasado un par de semanas desde esa noche en la playa. No podía ir todo mejor, y aunque no era algo oficial, se podría decir que estabamos saliendo.

Tengo que admitir que tengo mucho miedo, todo esto es demasiado bueno como para creer que sea cierto.

Dentro de poco sería el cumpleaños de Robin y quería darle una sorpresa, aunque todavía no sabía muy bien cómo.

Puede que entre lo que él me había contado y lo que había visto por internet supiera bastantes cosas sobre él, pero quería que todo fuera perfecto.

– ¿Cómo lo llevas? ¿Estás lista? – me pregunta Alicia al otro lado de la pantalla.

Tenía todo prácticamente listo. El poder preparar todo había sido algo complicado, ya que para que él no sospechara nada, sólo podía hacerlo cuando Robin estaba entrenando.

– Me faltan un par de cosas, pero para el lunes estará listo. – comento ilusionada.

– Me gusta verte tan feliz. – se alegra. – Hacía mucho que no te veía tan ilusionada por un cumpleaños.

Y era verdad, a menos que fuera el cumpleaños de Saúl no me gustaba celebrarlos. Supongo que es porque siempre los pasé en familia y ahora ya no puedo.

– ¿Tanto se me nota? – pregunto algo avergonzada.

– Bueno... digamos que yo soy buena leyéndote. – dice y las dos reímos.

– Estoy muy nerviosa, ¿y si no le gusta? – me preocupo.

– Tranquila es Robin, podrías regalarle piedras y le gustaría igual. – intenta animarme.

Tenía planeado todo lo que podríamos hacer ese día, puede que incluso me haya pasado un poco. Pero es que quería que todo saliera perfecto. Era la primera vez que hacía algo así por alguien y decir que estaba muy nerviosa se quedaba corto.

La noche de anterior al gran día, o así le llama Alicia, le digo que tengo una cosa de trabajo importante y que no voy a poder quedar con él.

Y que decir de que casi no conseguí dormir. Cuando me levanto y veo mi aspecto en el espejo me arrepiento de inmediato de no hacerlo. Parecía un zombie.

Pero ahora mismo eso no era lo importante, debía conseguir que hoy fuera un gran día para Robin.

Tenía un gran plan, haría como que no sabía nada durante todo el día y cuando llegara la noche le sorprendería.

Había planeado un picnic en la playa que tanto nos gustó el otro día. Me pareció un buen plan ya que era un lugar precioso y bastante tranquilo. Y como ginda del pastel, había preparado un menú con su comida favorita toda hecha por mí.

De verdad esperaba que le gustara, me había esforzado mucho porque todo fuera perfecto.

✦ ° • ✦ ° • ✦

Robin POV:

Había pasado todo el día junto con Maya, aunque ella no lo supiera estaba haciendo de mi cumpleaños un día muy especial.

Normalmente no solía celebrarlo. Siempre estoy fuera de casa y mi familia en Francia así que no tenía con quién pasarlo. Como mucho cenaba con algunos compañeros del equipo o en caso de tener partido, con la afición.

– ¿Estás cansado ya? – pregunta risueña cuando ve que me he quedado atrás.

Estabamos terminado de hacer otra excursión por la isla. No estaba cansado, pero la rodilla me había empezado a molestar un poco.

No la dije nada porque no quise que se preocupara, parecía muy ilusionada por todo lo que quería hacer hoy y en cuanto descansara un poco se me pasaría.

– Claro que no. Solo disfruto de las vistas. – respondo divertido y la alcanzo.

– Seguro. Para ser deportista eres muy lento. – se burla.

– ¿Me has visto jugar?

– Nada que no esté en internet. – contesta como si nada.

– ¿Me has buscado por internet? – pregunto con curiosidad. –¿Qué buscaste?

– Nada interesante la verdad. Tu vida es muy aburrida.

– Mentirosa. – digo y se empieza a reír.

– Cotilla. – me regaña.

– Eso tú, que me has buscado.

– No es mi culpa que seas famoso. – se defiende.

El resto de la tarde me lo paso súper bien, y cuando creo que ya no puede ir el día a mejor me dice que vamos a volver a la playa del otro día a ver el atardecer.

Cuando llegamos y veo que hay una especie de picnic montado, no puedo evitar mirarla confundido.

– Felicidades. – dice emocionada.

Decir que estaba sin palabras se quedaba corto. No me esperaba que tan siquiera supiera que hoy era mi cumpleaños.

Ahora todas las cosas que me preguntaba o excusas que ponía empiezan a tener sentido y no puedo evitar reir al darme cuenta.

– No podía aguantar más escondiendo esto. Espero que te guste.

– Gracias. – digo todavía admirando todo lo que había preparado.

– Estuve investigando y creo que he hecho tus platos favoritos.

– ¿Lo has hecho todo tú? – pregunto aún más sorprendido.

– Si. Espero que al menos esté comestible. – comenta algo nerviosa.

Le doy un bocado a uno de los platos que ha preparado y está delicioso. El saber que ella ha preparado todos hacen que sepan incluso mejor.

– ¿Cuándo has preparado todo esto? – no puedo evitar preguntar con curiosidad.

– Esta madrugada. – responde algo avergonzada.

– ¿No has dormido por preparar todo esto? – vuelvo a preguntar y ella asiente. – Gracias. Esta siendo uno de los mejores cumpleaños de mi vida.

Seguimos hablando hasta que se empieza hacer de noche.

– ¿Quieres dar un paseo por la orilla? – ofrezco y ella acepta.

Las estrellas comienzan a hacer acto de presencia al poco rato. ¿Puede ser esta noche más perfecta?

– Tengo algo más para ti. – dice de repente y no puedo evitar mirarla confundido. – No me mires así, no es de verdad una fiesta de cumpleaños sin un regalo. – explica. – Cierra los ojos y dame tu mano.

La hago caso, cierro los ojos y estiro mi mano en su dirección. Noto como algo frio toca mi muñeca, pero no le doy importancia hasta que me dice que vuelva a abrirlos.

– ¿Te gusta? – pregunta algo nerviosa. – No sabía que regalarte.

– Me encanta. – digo sin dejar de mirar la pulsera que ahora cuelga de mi muñeca. – Gracias.

Tras eso no puedo evitar acercarme a ella y besarla.

– Gracias por hacer este día tan especial.

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Perdón por tardar tanto en actualizar, es que no quiero escribir el siguente capítulo.😭

Si os ha gustado darle a la estrella o dejar algún comentario, la verdad es que me haría mucha ilusión y me motivaría mucho.
Att: springcloud☁️