Después de comer me voy a la habitación, si es que se le puede llamar así. Es súper espaciosa y tiene una gran terraza con unas vistas hacia el mar preciosas que no me había dado cuenta antes de que existían. Entre el cansancio de ayer y el hambre de esta mañana no me había fijado.
Me quedo en la terraza y enciendo el portátil para hacer cosas del trabajo, aunque esté aquí tengo que entregar algunas cosas que hay pendientes. Una vez termino con ello, me pongo a adelantar las campañas que tengo. Como una de ellas me llama más la atención y me viene enseguida la inspiración, decido empezar con ella.
Cuando me quiero dar cuenta ya ha pasado la gran parte de la tarde y recuerdo que tengo que ir a ver el torneo de vóley, así que me pongo la ropa más cómoda y bonita que encuentro, y tras arreglarme un poco, lo que equivale a recogerme el pelo y ponerme rímel salgo de la habitación.
Una vez llego a la zona donde se está llevando a cabo el torneo intento buscarle, pero al haber tanta gente no le encuentro por ningún lado, por lo que decido disfrutar del partido e intentar buscarle cuando este acabe y la cosa se calme.
Ya han pasado dos horas desde que llegué y no le he visto en ningún momento. A lo mejor solo me lo estaba comentando y no era que él fuera a venir. ¿Malinterpreté la situación? Debe ser eso, al final no nos conocemos, no sería muy normal que invitara a una completa desconocida, ¿no?
Cansada de que el último partido se alargara decido irme a uno de los chiringuitos que están más cerca. Al estar tan lleno me cuesta bastante conseguir algo para beber, pero en cuanto el camarero me lo entrega me voy de la barra y me dirijo a una zona menos transitada.
Veo que hay una zona de tumbonas, así que voy para allá y me siento en una de ellas. Ya que estoy ahí aprovecho y veo la puesta de sol.
Cuando ya se ha hecho de noche vuelvo al resort, concretamente al restaurante principal ya que es la hora de cenar. Al ser buffet libre cojo un poco de todo y me voy a unas de las mesas que están más apartadas. Conecto los cascos al móvil y me pongo a ver un capítulo de uno de los animes que estoy viendo.
Una vez he termindo de cenar y me levanto para irme, veo que Le Normand se está levantado también de una de las mesas por las que tengo que pasar, así que acelero el paso para no cruzarme con él. No es que no quiera avanzar con la misión, pero tras la decepción que me he llevado yo sola esta tarde no me apetece hablar con él.
Cuando creo que por fin he conseguido huir sin ser vista, una mano toca mi hombro.
– Chica hambrienta. Que casualidad encontrarnos otra vez. – ¿me estaba siguiendo o estoy alucinando?
– ¿Me estás siguiendo?
– Que va, es pura casualidad. – contesta con algo de ironiay y se rie. ¿Me está vacilando? Molesta comienzo a andar. – Chica hambierta, espera.
– Tengo un nombre, ¿sabes? – contesto enfada aunque se que no se lo merece.
– Imagino que lo tienes, pero no me lo se – dice riendo.
– Soy Maya. – añado algo seca y vuelvo a comenzar a andar otra vez.
– ¿No quieres saber como me llamo?.– Pregunta algo coqueto cuando cuando se pone a mi lado. Es verdad en teoría no se quién es.
Espera un momento, ¿está coqueteando conmigo?¿Qué está pasando?
– Supongo. – respondo algo desinteresada.
– ¿Supones?
– ¿Me vas a decir como te llamas o no?
– Soy Robin.
– Pues encantada de conocerte Robin. – digo y me paro para después estirar la mano a forma de saludo.
– Lo mismo digo Maya. – dice a la vez que me estrecha la mano. Tengo que decir que fue un gesto más bien dulce.– Por cierto, ¿vinieste al torneo? Te estuve buscando y no te vi. – continua cuando nos soltamos las manos y volvemos a caminar.
Entonces no estaba loca, si que quería que lo viera con él. La misión ser amigos vuelve a estar en marcha y con más ganas.
– Si que fui, pero había tanta gente que tampoco te vi.
– En ese caso para compensarte deja que te invite a un trago ahora. – ofrece sonriente.
Se que es una gran oportunidad para intentar conseguir algo de información, pero todavía siento que todo esto es una mala idea, por lo que prefiero ir lento.
– Gracias pero creo que voy a rechzar la propuesta, estoy algo cansada. – declino amablemente su oferta. Si supiera que voy a ser incapaz de dormir.
– Entonces déjame acompañarte hasta tu habitación. – propone tan rápido que esta vez no soy capaz de inventarme una excusa.
– Claro, vamos.
Durante el camino hasta mi habitación, hablamos mayoritariamente del campeonato, también me estuvo contando las actividades que ofrecía el lugar y que sitios no me podía ir sin visitar.
– Bueno ya hemos llegado. – digo una vez estamos frente a mi puerta.
– No me lo creo. – se rie.
– ¿Qué pasa? – pregunto confundida.
– Me estoy quedando justo en la cabaña de al lado. – esto tiene que ser una broma. ¿En serio?
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No me puedo creer que la historia haya llegado a las 1k lecturas. Muchas gracias!!!😭
Si os ha gustado darle a la estrella o dejar algún comentario, la verdad es que me haría mucha ilusión y me motivaría mucho.
Att: springcloud☁️
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Elocuencia || Robin Le Normand
FanfictionUna pequeña isla en Tailandia. Un futbolista que no quiere ser encontrado. Y una periodista la cual su ascenso depende de ello. ¿Qué podría salir mal?