Después de lo que para mi fueron mil horas de trabajo por fin me podía ir a casa. Tras apagar el portátil y recoger todas mis cosas, me fui corriendo de la oficina, no quería que me volvieran a encargar una noticia de última hora.
Se que no me venía mal hacer horas extras ya que me las pagaban bien y necesitaba el dinero, pero también quería pasar más tiempo con mi hermano.
Hace unos años le detectaron un tipo de enfermedad rara cuyo tratamiento es muy caro, por lo que no paro de buscar distintos trabajos. A parte de trabajar para el periódico, en mis tiempos libres me dedico a crear campañas de publicidad para pequeños negocios, y aunque no gano mucho con ello es de gran ayuda.
Cuando llego a casa lo primero que hago es saludar a Saúl que me recibe con un gran abrazo.
– Hoy has llegado pronto – me dice a forma de saludo Ángela, la vecina de enfrente. Cuando no estoy en casa me ayuda con él. Sabe en la situación en la que me encuentro, por lo que siempre que puede nos ayuda, es como si fuera una abuela para nosotros.
– Hoy batí mi récord de recoger en menos de 30 segundos – contesto mientras dejo el bolso en uno de los sofás. – ¿cómo ha estado hoy? – pegunto refiriéndome a Saúl.
– Bastante bien, no ha querido cenar porque quería esperarte y hoy no ha tenido fiebre en toda la tarde. He hecho lasaña, la tienes en la nevera.
– Muchas gracias, de verdad no se que haría sin ti.
– No es nada, haría cualquier cosa por vosotros dos, ya lo sabes.
– ¿Te quedas a cenar con nosotros? – dice Saúl cuando ve que Ángela está a punto de irse.
– Quédese – añado yo.
– Bueno,... Pero solo hoy – responde dándose por vencida.
Tras la cena Ángela se va a su casa, Saúl se va a dormir y yo me quedo un rato más despierta.
Una vez estoy en la cama, cojo el portátil para revisar si es que tengo alguna campaña nueva en la que trabajar y como si la suerte estuviera de mi lado me encuentro con dos. Empiezo a trabajar un poco en una de ellas hasta que me quedo dormida.
A la mañana siguiente de camino al trabajo no puedo evitar poner la radio ya que tengo que estar al día de las novedaded deportivas. No comentan nada que no sepa ya o que me llame la atención.
Cuando estoy por llegar no puedo evitar subir el volumen.– El jugador Robin Le Normand lleva más de un mes en paradero desconocido. Su representante asegura que el jugador se encuentra bien y que está haciendo todo lo posible por recuperarse de su reciente lesión y volver cuanto antes al terreno de juego.
No es que me importe mucho este jugador en concreto, la verdad es que casi no le conozco. Lo poco que sé de él a parte de lo más básico, es que tras ganar la eurocopa en uno de los entrenamientos se lesionó.
La gente de mi entorno laboral dice que es un poco grosero y que no trata muy bien a los periodistas, aunque quién no lo haría si están encima tuyo todo el día.
Pero el hecho de que se haya escondido y nadie sepa de él si que me llama mucho la atención.
¿Cómo puede ser que nadie le haya visto?_______________ ☁️ _______________
Si os ha gustado darle a la estrella o dejar algún comentario, la verdad es que me haría mucha ilusión y me motivaría mucho.
Att: springcloud☁️

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Elocuencia || Robin Le Normand
Fiksi PenggemarUna pequeña isla en Tailandia. Un futbolista que no quiere ser encontrado. Y una periodista la cual su ascenso depende de ello. ¿Qué podría salir mal?