XVIII

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Maya POV:

Estaba andando tranquilamente por el resort de vuelta a mi cabaña cuando me encuentro de repente con Robin.

– ¿No esperabas verme? – dice a la vez que sale de dónde estaba escondido.

– No, ¿qué haces por aquí? – pregunto con algo de sorpresa.

– Nada dando un paseo.

– ¿Me buscabas para algo? – no me contesta y comienzamos a andar.

– No me extraña que tus padres se fueran. – suelta de repente con sarcarmo.

– ¿Qué dices? ¿Por qué dices eso de mis padres?– ¿Cómo sabía él eso? Yo nunca se lo había dicho.

– ¿Pensabas que no me iba a enterar? – pregunta molesto a la vez que nos paramos.

– ¿Enterarte de que? – pregunto aún más confundida.

– De tus mentiras.

– No he mentido. – miento.

– El hacer que me enamorara de ti a base de mentiras para sacarme información, ¿qué es?

– Admito que al principio quería sacarte la información, pero luego me enamoré de verdad. – admito.

– ¿Mis sentimientos hacía ti te parecen una broma? – pregunta ya enfadado.

– Claro que no. – digo acercándome a él, pero el me aleja.

Sigo intentando acercarme a él, pero cada vez está más lejos. De repente me encuentro sola y todo a mi alrededor se vuelve negro.

Me despierto sobresaltada, esto de guardarme las cosas y mentir me está afectado más de lo que esperaba.

Era la primera vez que tenía un sueño, o más bien una pesadilla en mucho tiempo.

El que este estuviera relacionado con Robin hacía que se me pusieran los pelos de punta. Tengo que tomar una decisión pero ya.

Y como siempre lo primero que hago es escribir a mi mejor amiga.

Yo
Lo he decidido, creo voy a dejar el trabajo.

Alicia
¿Que dices? ¿Estás segura?
Espera que te llamo.

Y eso hace, un segundo después de llegarme el mensaje ya estoy recibiendo una llamada de su parte.

– Maya, ¿Estas loca? – recibo como saludo. – ¿En serio vas a dejar el trabajo?

– Bueno, lo estoy pensado. – comienzo a explicar. – Me estoy dando cuenta de que por mucho que me guste este mundillo, no es lo mío.

– Pero desde que te conozco has querido ser periodista. – y tiene razón.

– Lo sé, pero yo no estoy hecha para esto. No puedo invadir la privacidad de la otra persona y esperar que no pase nada.

– Pero no es la primera vez que lo haces. – y me arrepiento de ello.

– Ya... – la doy la razón. – no sé cómo explicarlo, pero esta vez es diferente.

– Lo único diferente que tiene, es que esta vez te has enamorado. Bueno eso y que te has ido a la otra punta del mundo.

– No me importa lo diferente que sea con las veces anteriores, esta vez me he pasado.

Elocuencia || Robin Le NormandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora