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-Es tu trabajo.

-Si, pero solo sigo órdenes de yevgeny.

-Te daré propina si eso es lo que quieres.

-No, ¿Para que quiero tu propina?.

-Eres como rarito.

-Y tú tonta, ¿si sabes que no puedo salir de esta isla?.

Taekjoo frunció el ceño, miraba fijamente a Olga con enojo. Olga miró con incredulidad a Taekjoo, pero su rostro cambió al reconocerlo.

-Oh... Creo que ya se quien eres.

Una sonrisa se formó en los labios de Olga, se acercó a taekjoo lo suficientemente mente cerca para olerlo.

-Pensé que eras un trabajador, pero ya vi que eres el "sirviente" de yevgeny. Mejor dicho el juguetito.

Taekjoo la miró con sorpresa, se alejo incómodo por la presencia de esta. Olga todavía mantenía su sonrisa, esta lo miraba con una mirada penetrante.














-Te llamas taekjoo ¿verdad?. Es que solo sabía tu nombre y que eras el sirviente de el.

'Que enfadosa'

Taekjoo cargaba las maletas de Olga. Estos caminaban hacia una habitación desocupada. Taekjoo decidió agarrar las maletas de Olga para que lo deje en paz. Cuando llegaron a la habitación, Taekjoo tiró las maletas en el suelo con fuerza. No le importaba si las rompía o si había algo frágil adentro.

-¡baboso mis maletas!.

-Tu me dijste que te las llevara a la habitación, pero no dijiste que las dejara con cuidado.

-Pensé que eras alguien agradable.

-Lástima por ti.

Olga hizo un puchero mientras agarraba sus maletas que estaban tiradas en el suelo. Taekjoo salió de la habitación, pero fue perseguido por Olga que quería sacarle conversación. Esta llevaba una bolsa en la mano

-oye, charlemos.

-No quiero charlar contigo.

-¿Por qué? Acaso tú "amo" te ordena que no hables con nadie.

-Ese bastardo no me da órdenes.

-Pero hace rato tú dijiste "Yo solo sigo órdenes de yevgeny".

Taekjoo se quedó callado. Olga mostró una sonrisa para luego soltar una carcajada.

-Solo lo dije para no seguir tus órdenes.

-Eso dicen, eso dicen.

Olga se acerco a taekjoo para olerlo de nuevo. Está soltó otra risa. Taekjoo le dirigió a Olga una mirada con confusión por su acción.

EL SIRVIENTE DEL COCODRILODonde viven las historias. Descúbrelo ahora