EL SIRVIENTE DEL COCODRILO

-21-

Taekjoo se quedó parado sin saber que hacer. La idea de besar a zhenya, era una idea repugnante. Salió de la habitación en silencio para no ser descubierto por zhenya. Empezó a caminar por el pasillo. No dejaba de pensar sobre la idea absurda de Olga.

'Un beso en los labios'

Taekjoo se dio una cachetada. No planeaba hacer eso para comprobar los sentimientos de zhenya. El sabía que Zhenya no tenía sentimientos hacia él, ni si quiera tenía corazón esa cosa. El era un monstruo. Aunque no tanto, ya no era un monstruo ahora, bueno excepto en la cama. Taekjoo llegó a la sala. Olga estaba sentada en el sofá leyendo un libro. Un libro de romance. Zhenya no se encontraba, así que estaba seguro el cómo Olga.

-¿dónde está el?.

-No lo sé. ¿Ya extrañas su presencia?.

-No.

Olga soltó una pequeña risa. Se acostó en el sofá para seguir leyendo. Taekjoo agarró un saco de zhenya que estaba en un perchero, para luego agarrar unas botas que estaba abajo del perchero. Camino hacia la puerta para salir.

-¿Adonde vas?.

-Afuera.

-Voy contigo.

-No, serás una molestia.

-¡Que malo!.

Taekjoo soltó una risa mientras salía de la casa. Este camino hacia los árboles. Se adentro hasta lo más profundo para mirar que se contrata, aunque ya había memorizado los lugares de la isla y nada nuevo aparecía.

Este siguió caminando hasta que se detuvo al mirar un grupo de ciervos pasado al frente suyo. En ese grupo notó a una madre y su pequeño bebé caminando. Este siguió con la mirada al pequeño ciervo, al parecer había nacido hace poco. Este los miró detenerse para comer las plantas de ahí. No se movió y no hizo ruido para no asustarlos. Los animales se miraban tranquilos comiendo las hierbas y hojas de los arbustos. Un disparo en el cielo se escuchó. Los ciervos empezaron a correr rápidamente. Estos sabían que significaba ese disparo. Taekjoo se quedó mirándolos alejarse. Siguió su camino.

Las ramas de los árboles se movían por culpa del viento que recorría ahí mismo, eso provocó que hicieran ruido al igual que las hojas que estaba ahí. Animales aparecían, algunas huían para alejarse de taekjoo o otras solo corrían para encontrar alimentos. La mayoría eran ciervos, pájaros y conejos. Taekjoo admiraba de nuevo la belleza de la naturaleza. No podría creer que alguien como zhenya tuviera esta isla tan magnífico para el solo. El moreno nunca se había fijado en la naturaleza hasta ahora, estar en esta isla hizo que pudiera admirar la belleza de madre naturaleza y también poder mirar con sus propios ojos la vida de los animales que habitaban en la isla.

Taekjoo se detuvo al sentir que alguien lo seguía. Este se dio la vuelta para mira a la criatura que lo perseguía. Zhenya estaba atrás suyo, mirándolo con esos ojos que no entendía su significado. Esté cargaba a un ciervo que se encontraba muerto, el ciervo choreaba demasiada sangre, demasiada que empezó a manchar la ropa y cara de zhenya. No podía entender por qué zhenya se veía atractivo con sangre, no le gustaba para nada pero el sabia la gran belleza que zhenya llevaba.

Zhenya se empezó acercarse lentamente hacia a taekjoo. Este lo seguía mirando con la misma mirada. Tiro al ciervo en la tierra. El ruido del cuerpo sin vida del ciervo hizo que taekjoo arrugara la frente. Era un ruido no agradable.

-¿Por qué estás afuera?.

-Quería dar un paseo... ¿acaso no puedo darme un paseo?.

-Claro qué puedes... Solo estaba preguntándote.

Taekjoo lo miro, arrugó su nariz al oler la sangre fresca. Zhenya junto su cuerpo con  el cuerpo de Taekjoo. No le importaba macharlo de sangre. Taekjoo le permitió acercarse a el por obligación.

-Recuérdame.

-¿Otra vez con esa mierda?.

-Solo recuérdame taekjoo.

Taekjoo arrugó su frente. Este lo recordaba y lo reconoce como el bastardo que lo humilló, lo secuestró, lo esclavizo y abusó de él. Este miró como zhenya apegó su frente con la suya sin quitar su mirada en los ojos de taekjoo. Sintió que el aire se hacía más pesado.

-Creo que necesitarás una ayuda para recordar.

-No lo creo, bastardo.

Zhenya soltó una risa por el insulto del moreno hacia el. Este apegó la espalda de taekjoo hacia un árbol grande que se encontraba ahí. Su mano empezaron a recorrer el cuerpo de taekjoo, sus dedos tocaba con suavidad y cariño la piel del coreano. Taekjoo soltó un suspiro por las acaricias de zhenya en su cuerpo, este se sentía raro.

-Corea se había perdido un niño. El niño se encontraba en un parque. El pedía ayuda a adultos, ancianos, adolescentes y niños que pasaban al frente suyo. Ninguno le hacía caso por su idioma.

-¿Una historia?...  ¿eso que me va ayudar a "recordarte"?.

-Solo escucha. El niño estaba apunto de llorar de la frustración pero eso no pasó gracias a que un niño se aceró a él para ayudarlo. El pequeño niño coreano lo llevó hacia sus dos padres, padres que se preocuparon por el niño perdido. Al final gracias a ese niño coreano, hizo que el niño lo llevaran hacia una estación de policía para ayudarlo a buscar a su padre.

-Vaya, que bueno que ese niño le haya ayudado.

Taekjoo miró con aburrimiento a zhenya. Este empezó a sentir como las acaricias del ruso se hacía más profundas.

-Pero antes de irse. El niño coreano se despidió del niño y a su vez le dijo su nombre que era "Taekjoo". El niño pudo entender sus palabras y sin dudarlo también le dijo su nombre... "evgeny".

-¿Enserio?... ¿utilizaste nuestros nombres para t-...? .

Taekjoo abrió los ojos por completo. La historia era similar a su sueño que el tuvo hace unas semanas. El mismo niño que vio en su sueño. Sus mente empezó a mostrarle imágenes de recuerdos de él en el parque con su hermano y sus padres. en ese mismo día vio a un niño que parecía estar perdido y sin dudarlo lo ayudó. Ese mismo niño que había ayudado hace años era zhenya. Taekjoo miró a zhenya sin saber cómo reaccionar.

-Me recordaste, Taekjoo.

Zhenya lentamente agarró la barbilla del moreno. Taekjoo frunció su ceño al ver como zhenya levantan su barbilla. De repente unos labios chocaron con los suyos. Zhenya lo estaba besando.

Continuara.

Una disculpa por las faltas de ortografía. 🙇‍♀️