Capítulo 1

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Solo hay tres seres que nacen en el mar:

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Solo hay tres seres que nacen en el mar:

los piratas, las sirenas y las bestias.

-Diario del Capitán Henry del Media noche


Los piratas no le tememos a la furia del océano, la respetamos y sobrevivimos a ella, esa es la segunda regla pirata, aquellas que he aprendido desde que tengo memoria, y aun así, estamos desembarcando en tierra firme.

-Que esperas Nerea, baja ya antes de que nos acabemos la comida- me grita desde el muelle nuestra curandera, Gala,

-Mi padre siempre me guarda comida- respondo bajando por la rampa -Aparte no entiendo porque estacionamos en muelle solo porque hay tormenta- reclamo y siento un empujón detrás de mí,

-No te quejes y baja ya Nerea- me apresura Lucio -Ya baje yo del carajo y tu sigues bajando la rampa- recalca, le saco la lengua y continuo mi camino.

Nos adentramos en un bar que hay cerca y los presentes a excepción de mi tripulación me voltean a ver, y no hay quien los pueda culpar, aun con el paño en mi cabeza, mi cabellera roja como las fresas y la sangre resalta.

-¡Ey, ey, ey! Tardas mucho mocosa casi nos comemos tu parte- me dice Josep mientras se pasan mi plato de mano en mano hasta que llega a mi asiento,

-En sus sueños podrán comérsela, el Capitán siempre le guarda su comida- le responde Lucio,

-No me levantes falsos muchacho- se queja mi Padre a la cabeza de la mesa antes voltear a verme -¿Cuál es tu queja ahora Nerea?- me pregunta,

-Que desembarcamos porque hay tormenta- le respondo antes de llevarme un trozo de carne a la boca,

-Jajajajaja-,

-Mira nada más-,

-No nos hagas reír mocosa-,

-Jajajaja- se ríen todos de mí y juraría que me pongo del mismo tono de mi cabello,

-No bajamos por eso niña- me dice Enzo, el timonel,

-¿Por qué entonces?- pregunta Lucio, él pensaba lo mismo.

Una muchacha se acerca a nosotros con un cubilete de queso que tiene una velita encendida en él.

-Hoy es 10 de Noviembre, hace 12 años te sacamos del mar, es tu cumpleaños niñata- me dice Kaira,

-¡¿Enserio?!- pregunto incrédula según yo faltaba una semana,

-Llevas tu vida entera viviendo en el mar y no sabes ubicarte temporalmente- me regaña Padre -Estoy muy seguro, si yo fui quien salto al mar para sacarte- presume y tomo el cubilete de queso,

-Pide tu deseo para que sigamos comiendo- me apresura Adam, nuestro cocinero.

Cierro los ojos y agradezco por mi familia, la tripulación del Media noche, la familia que me acogió en brazos, mientras mi verdadera familia me arrojo al mar para morir. Deseo la marca del Media noche y soplo la velita.

El susurro del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora